Amenazó a dos juezas porque no le dejaban ver sus hijos y fue a juicio

Este martes se realizó la segunda audiencia de debate por amenazas a dos juezas de familia locales y que tiene como imputado a Walter Álvarez. El próximo viernes se realizarán los alegatos finales de la causa.

El primer testigo de esta última jornada fue un jubilado de la fuerza policial que dijo conocer a las víctimas, las juezas María Marta Nieto y Diana Kazakevich, ya que trabajó como seguridad del Juzgado de Familia. También afirmó conocer al imputado, Walter Alvarez, “de vista”, recordando que una vez de recorrida por el edificio de los tribunales encontró 7 carteles pegados en la puerta de ingreso que decían “Dras. Nieto y Kazakevich corruptas”. Ello fue en 2015.

Otro de los testigos fue un psicólogo del Equipo Técnico Interdisciplinario que prestó servicios en el Juzgado de Familia de Comodoro. Declaró que elevó un Informe al juez, en 2019, asegurando que había antecedentes de que Álvarez solicitó la restitución de sus hijos que estaban en Buenos Aires, pero que al otorgársele un turno llegó tarde, por lo que se le reprogramó el mismo.

“Entonces Álvarez volvió exaltado, intervino Seguridad y lo retiran del edificio”, agregó el testigo. Dijo que había medidas de protección para las dos juezas y que en este segundo turno se le tomó a Álvarez la entrevista en la sede de la Unidad Regional; que la misma fue grabada y tuvo lugar en abril de 2019.

El testigo añadió que Álvarez decía que “hasta que no se lo paguen, no iba a parar”, concluyendo de todos modos que “el reclamo puede ser justo”, pero no las modalidades para hacerlo, como las pegatinas de “escrache” en el Juzgado.

El tercer testigo, amigo de Álvarez, declaró que el 19 de febrero de 2019 estaba en su casa cuando llegó la policía y “ordena todos tirarnos al piso”. Era un allanamiento con orden judicial. Allí secuestraron el celular y una computadora del imputado, reconociendo el testigo su firma en el acta que se hizo al concluir la requisa.

POR QUE SE HIZO EL JUICIO

El ilícito incluido en la acusación ocurrió el 20 de septiembre de 2017, cuando siendo aproximadamente las 10 Walter Álvarez se comunicó telefónicamente con el Juzgado de Familia, recibiéndose dicho llamado en mesa de entradas. En el mismo, Álvarez se identificó como tal y requirió ser atendido por la jueza Nieto, recibiendo como respuesta que la misma se hallaba en audiencia, ante lo cual manifestó que habría de iniciar una campaña en contra suya y de la jueza Kazakevich, y que pretendía ser atendido telefónicamente, a fin de conceder así una “última oportunidad”. Agregó que volvería a llamar más tarde.

Transcurridos algunos minutos, Álvarez volvió a llamar, expresando al empleado interlocutor un insulto, siendo ulteriormente atendido por otra dependiente del órgano judicial consignado, a la cual le expresó que “por artes” de las mencionadas juezas no veía a sus hijos desde hacía siete años. “Me robaron su infancia”, expresó, acentuando la precarización económica de su familia por “la burocracia y corrupción”, calificando los informes que oportunamente labrara el Equipo Técnico Interdisciplinario como “falsos”.

Ese día anunció que iniciaría una campaña social, pública y provincial, expresando finalmente: “dígale que me voy a vengar; que va a pasar una primavera maravillosa”.

Seguidamente, el 12 de febrero de 2019, siendo las 10.50, Álvarez se comunicó telefónicamente con la Mesa de Entradas del Juzgado de Familia, se identificó con nombre y apellido y manifestó que “hoy se cumple un aniversario de la muerte de mi mujer y la jueza Kazakevich, como los secretarios del Juzgado, son responsables de ese fallecimiento. Quiero que tomes nota que la venganza por la muerte de mi mujer no va a quedar impune. La jueza Kazakevich y todos los que intervinieron van a pagar; no falta mucho para que la venganza llegue; ese día está por llegar”.

A las 13, Alvarez se hizo presente en la mesa de entradas del Equipo Técnico Interdisciplinario, donde no fue atendido atento a que tenía turno a las 8. Ante esta circunstancia, le manifestó al empleado de mesa de entradas del Juzgado de Familia N° 1 y a la prosecretaria del mismo tribunal, Daniela D’Abraccio: “¿sabe por qué no vine a las 8? Porque hoy es el aniversario de la muerte de mi esposa y dígale a la impresentable de Nieto que va a correr la misma suerte que Kazakevich”.

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