El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, ofrecen este sábado precisiones sobre la oferta de pago que se le hizo a los fondos buitres en los tribunales de Nueva York.
"Sería un absurdo jurídico realizar un bloqueo a pagos de un país que tiene capacidad y voluntad de pagar", sostuvo Boudou y señaló que "cambiar es volver al 2001".
El vicepresidente destacó que la estrategia de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández fue "exitosa en el tema de la deuda". En ese marco, enumeró en una conferencia de prensa la "cancelación de la deuda con el FMI y la cancelación de la deuda con España" contraída durante el gobierno de Fernando de la Rúa.
Boudou y Lorenzino brindan este mediodía una conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda, acompañados por los secretarios de Política Económica y Planificación del Desarrollo, Axel Kicillof, y de Finanzas, Adrián Cosentino.
El gobierno argentino presentó esta madrugada ante la Cámara de Apelaciones de Nueva York una propuesta de pago a los fondos de inversión que poseen bonos soberanos en "default" ("holdouts") similar a la reestructuración de la deuda realizada en 2010, informaron medios locales.
Los fondos considerados "buitres" por Argentina, entre ellos NML y Aurelius, reclaman 1.330 millones de dólares por el total de bonos argentinos impagos desde la moratoria declarada a fines de 2001.
La Corte de Apelaciones debe ahora resolver si acepta la propuesta o ratifican la sentencia del juez del Distrito Sur de Manhattan Thomas Griesa, quien le ordenó al gobierno nacional a pagar a los fondos NML, Aurelius Capital y un grupo de bonistas los 1.330 millones de dólares en efectivo.
La oferta presentada a última hora del viernes en Nueva York, ya la madrugada en Argentina, contempla bonos Par, que vencen en 2038, para los pequeños acreedores con tenencias que no superen los 50.000 dólares, y de bonos Discount, que vencen en 2033, para los grandes inversores.
Los primeros tienen opción de cobrar en efectivo los intereses vencidos desde diciembre de 2003 a la fecha de cumplimiento de la orden, mientras que a los grandes inversores se les reconocerá el grueso de los intereses caídos desde el 31 de diciembre de 2003 a diciembre de 2013, a través de un bono Global 17.
En cualquier caso, se entregarán los cupones vinculados al crecimiento, cuyo pago se activará si la Argentina crece a futuro más de un 3 por ciento (hasta 2035 o hasta alcanzar un cupo previsto), como ocurrió en los canjes anteriores. El promedio de recorte de deuda sería del 50 por ciento.
Según figura en el escrito presentado por el jefe de abogados de la defensa argentina, Johnatan Blackman, del estudio Cleary Gottlieb, "la República se propone tratar los demandantes de manera equitativa y proporcional respecto de los participantes en la Oferta de Canje 2010".
Para la Argentina, la oferta presentada es "consistente con la cláusula de pari passu (tratamiento igualitario a los acreedores), los principios de equidad y de capacidad de pago del país".
Asimismo, se indicó que "la Argentina está dispuesta a cumplir con los términos de esta propuesta inmediatamente después de la orden por la Corte y mediante la presentación de un proyecto de ley al Congreso que garantice su aplicación oportuna", en referencia a la necesidad de enviar un proyecto que suspenda la aplicación de la ‘Ley Cerrojo’, que en la actualidad impide al Ejecutivo reabrir la reestructuración de la deuda.
Si la Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York ratifica el fallo de Griesa y rechaza la oferta de Buenos Aires, Argentina podría entrar en un "default" técnico ya que se vería imposibilitada de pagar a través de Nueva York a los bonistas que ya aceptaron la reestructuración en 2005 y 2010.
El juez de Manhattan falló en su momento que el Banco de Nueva York (el agente de pago de Argentina) sería objeto de sanción si no se asegura de girar los fondos por igual, sin discriminar, a los bonistas y a los fondos "buitres".