El accidente ocurrió sobre la avenida Rivadavia, unos minutos después de las 21 de ayer y frente a la Seccional Segunda, oportunidad en la que corrían picadas un Fiat Uno, dominio EMM 750, y un Volkswagen Pointer que se dio a la fuga.
El Fiat era conducido por un joven que dijo llamarse «Martín» y que en diálogo con este medio dio su versión.
«Me tiré contra el camión para no atropellarla; la mujer salió corriendo detrás del camión y se apareció en la calle. Yo tenía un Pointer que venía ‘quemando’ atrás mío y me quiso encerrar», dijo el pibe mientras intentaba parar la sangre que salía de su hinchada nariz.
«Justo venía acordándome del quilombo que pasó con el Falcon que pisó a un hombre el otro día en la Catedral y cuando se me apareció la mujer, al toque me tiré contra el camión», agregó.
Para esto un remisero que escuchó la conversación se acercó al cronista de este medio para contar lo que él observó.
«Venían corriendo picadas. Yo me salvé porque Dios es grande; apenas alcancé a cerrar la puerta del auto porque sino me matan a mí», dijo el trabajador del volante.
«El otro auto se las ‘picó’ cuando vio la ‘cagada’ que se mandaron; pero venían corriendo picadas», afirmó el testigo.
A todo esto, la mujer que no pudo ser identificada anoche pasó más de media hora esperando la ambulancia y fue socorrida por el equipo de rescate de Bomberos Voluntarios.
Es que, como sucede en cada urgencia, las ambulancias nunca están disponibles cuando se las necesita de verdad.
Finalmente acudió una ambulancia de un servicio privado y la mujer fue derivada de urgencia, con un cuadro gravísimo, al Hospital Regional.
- 20 mayo 2007