Avanza el ordenamiento de la disposición final de los residuos

El Ejecutivo municipal transfirió la potestad de control del basural a la Subsecretaría de Ambiente que, además de intervenir de manera concreta, avanza sobre la redacción de un paquete de ordenanzas que contengan políticas de regulación.
La gestión de residuos en Comodoro Rivadavia no sólo tiene eje en el basural, donde diariamente se arrojan 130 toneladas de desechos y se vacían 20 bateas, sino que demanda además un ordenamiento para evitar la formación de basurales clandestinos y las conductas anárquicas de los contribuyentes que acarrean consecuencias en el impacto ambiental.
Para ordenar la problemática, el Ejecutivo municipal transfirió la potestad de control del basural  -antes dependiente de Obras y Servicios Públicos- a la Subsecretaría de Ambiente, que además de intervenir de manera concreta, avanza sobre la redacción de un paquete de ordenanzas que enmarquen políticas de ordenamiento.
Fabián Suárez, titular de la cartera ambiental, explicó a Diario Patagónico que el área se aboca al análisis de todos los proyectos existentes vinculados a la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos y evaluar el estado de la inversión que oportunamente se había hecho. Además se apunta a conciliar las actividades que determinó el GIRSU (plan de gestión integral de residuos sólidos urbanos) y todos los antecedentes que el tema tiene en la ciudad.

ORDENANZAS AMBIENTALES
El trabajo de investigación y recopilación de datos tiene entre uno de sus objetivos fundar la redacción de un paquete de ordenanzas ambientales que abarquen la gestión de residuos patológicos, bateas, residuos petroleros  -materia sobre la que actualmente no hay legislación en Comodoro Rivadavia-  y  reforzar el mecanismo de multas y sanciones para la generación de impacto ambiental, provenga de empresas o contribuyentes particulares.
En lo que al basural se refiere, que tiene también un abordaje desde el área de Desarrollo Humano y Familia, la cartera ambiental comenzó con las tareas vinculadas al saneamiento en los alrededores, dado que la disposición anárquica de los residuos por parte de la población terminaron por desdibujar los límites del predio, afectando a empresas radicadas en el sector.
Actualmente se  realiza en esa zona del barrio Industrial un camino interno en el basural, para que el acceso esté controlado y se garantice la libre circulación hacia las empresas en cuestión, que  se veían congestionadas con residuos. Sobre ese camino, se erigirá un puesto de control de acceso, para indicar a todos los generadores el sitio de disposición final de la carga, especialmente las bateas que hoy vuelcan su contenido en lugares ajenos al sector de la escombrera. Este puesto de control de acceso llevará además un registro de quienes ingresan a depositar material.
En ese mismo marco se realizará una reunión con los generadores de residuos para comprometerlos en el saneamiento y gestión, ya que la proliferación de basurales clandestinos obedece en gran medida al vaciamiento de bateas en lugares no habilitados.

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