Balearon la casa de uno de los policías acusados de excesos en fiesta de 15

La casa del policía de la Seccional Sexta, Luis Peña -denunciado como uno de los policías adicionales que ocasionaron excesos en un cumpleaños de 15 el domingo 1 de febrero- fue baleada. La víctima señaló a Carlos Hernández -el padre de la quinceañera baleado con postas de goma- como el agresor.

 Ayer a las 4 la casa del policía de la Seccional Sexta, Luis Peña, ubicada en el barrio Juan XXIII, fue baleada.

Según consta en la denuncia radicada en la Seccional Quinta por parte del propio policía, en el lugar identificó al agresor como Carlos Hernández, el padre de la quinceañera baleado con postas de goma en el rostro y en el cuerpo el domingo 1 de febrero en un salón de fiestas del Cordón Forestal.

Hay que recordar que Hernández acusó entonces a Peña de haberle disparado a la cara con la escopeta anti tumulto, mientras la versión del policía era que debió disparar con postas de goma para defenderse de una agresión en la que le partieron un botellazo en la cabeza.

Entre acusaciones cruzadas, ayer personal de la Seccional Quinta inspeccionó la vivienda de Peña junto a miembros de Policía Científica y registró tres impactos de bala en la pared del frente de la casa. Incluso se supo, que en el lugar se secuestraron dos vainas de calibre 32 y 38.

Con posterioridad a aquel accidentado cumpleaños, Hernández y su esposa brindaron ante Diario Patagónico una versión completamente opuesta a la que habían dado los policías sobre los hechos ocurridos en el cumpleaños de 15.

Los policías adujeron agresiones primero del lado de los damnificados, mientras los anfitriones de la fiesta sostenían que los que iniciaron el problema fueron los uniformados.

Mientras exhibía su cuerpo lleno de impactos de posta de goma, incluso en su rostro, Hernández afirmó que los policías contratados para realizar adicional en el cumpleaños de 15 de su hija se habían alcoholizado, que tomaban fernet en el baño, cargaban y descargaban el arma ante los menores invitados a la fiesta y que incluso se escucharon disparos de arma reglamentaria en las inmediaciones del salón.

Ante la denuncia en el Ministerio Público Fiscal sobre los excesos de los policías en el lugar, el segundo jefe de la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia, Héctor Quisle, aseguró ayer que los policías investigados fueron pasados a disponibilidad preventiva por 60 días.

“Se dispuso una medida administrativa de disponibilidad preventiva con respecto a estos dos empleados policiales, hasta tanto se logre una mayor claridad en la investigación de la causa” dijo Quisle. 

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