El jueves comenzó el Mundial y los ojos de diversos países están puestos en Brasil, país que ha sido sometido a críticas y cuestionamientos por la organización del torneo. Ayer Argentina, disputó el primer partido del Grupo F frente a Bosnia, en Río de Janeiro. Ahora debe esperar hasta al sábado cuando enfrente a Irán en la ciudad de la conquista donde también se encuentra su búnker.
Así Belo Horizonte se llenará de turistas argentinos, quienes alentarán al equipo de Alejandro Sabella en el Mineirão con capacidad para 74.300 personas. A la ciudad se puede llegar por tierra o por aire a través del Aeropuerto Internacional Tancredo Neves, también llamado de Confins, y el Aeropuerto Carlos Drummond de Andrade, más conocido como de Pampulha.
El primero se encuentra en el municipio de Confins, en el límite con Lagoa Santa, a 38 kilómetros del centro. Este es el más utilizado y al cual llegarán la mayor cantidad de turistas durante el Mundial.
Mientras que otros lo harán por tierra, llegando a la Terminal Rodoviaria, una de las estaciones más completas de la región, con numerosas líneas que comunican con otros destinos brasileños. La misma se encuentra en el centro de la ciudad, en Praça Rio Branco 100.
UNA CIUDAD SOFISTICADA Y DIVERSA
Belo Horizonte es una de las ciudades más importantes de Brasil, la tercera más poblada y con mejor calidad de vida en América Latina, según la UNESCO. La ciudad nació a fines del siglo XIX como un gran centro político, económico y administrativo de la unidad federativa, desplazando a la entonces capital, Ouro Preto. De esta forma, la ciudad colonial se convirtió en una de las urbes más grandes del país.
El lugar combina historia y una vistosa arquitectura contemporánea. Su variada geografía le aporta un encanto particular, con suaves ondulaciones en el terreno y montañas que rodean el área urbana.
Allí el turista puede disfrutar de museos, enormes parques que irradian naturaleza, numerosos paseos de compras y una vasta propuesta de gastronomía y entretenimiento con hoteles de alta categoría.
Para recorrer la ciudad y disfrutar tranquilamente de sus encantos el turista puede hacerlo a pie por el centro o utilizar el sistema de ómnibus que cuenta con más de 300 líneas que conectan toda la región metropolitana.
Otra opción es utilizar el metro que consta de dos líneas y 19 estaciones, sin embargo, para llegar a los sitios céntricos de mayor interés el pasajero deberá caminar varias cuadras o tomar un ómnibus. Por esta razón, los colectivos continúan siendo los más recomendables para utilizar.
La ciudad es considerada por los expertos como una de las diez mejores urbes para hacer negocios en América Latina y oficia como puerta de entrada a varias ciudades coloniales de gran interés turístico: Congonhas, Diamantina, Ouro Preto, São João del Rey y Tiradentes.
Belo Horizonte tiene sitios que el turista no puede dejar de conocer como el Praça do Papa, Parque das Mangabeiras, la Iglesia San Francisco de Asís, el Mercado Central, el Palacio das Artes, la Feria Hippie, la Praça Rui Barbosa, el Parque Guanabara, Parque Ecológico da Pampulha y el Praça da Liberdade.
La emblemática plaza Rui Barbosa se encuentra en el centro, donde el eclecticismo define la arquitectura del barrio con una mezcla de edificios antiguos de fines del siglo XIX, fachadas típicas del Art Decó de los cuarenta y modernas construcciones típicas de la urbanización de mitad siglo XX.
Su nombre se debe a su ubicación frente a la antigua estación ferroviaria, la que la convirtió en la puerta de entrada de los materiales usados a principios del siglo XX para la construcción de la capital minera.
La plaza es célebre por sus estatuas de mármol, su representativo Monumento a la Civilización Minera y sus fuentes. Además es uno de los principales escenarios de manifestaciones públicas y celebraciones populares.
El turista luego de conocer este histórico lugar puede seguir su rumbo por la avenida Afonso Pena, donde se aprecian históricos inmuebles, importantes comercios y diversos centros culturales.
Allí también se encuentra el Mercado Central con sus vistosos colores y aromas de la gastronomía brasilera. Desde 1929 este lugar es el gran abastecedor de alimentos de la ciudad. En la actualidad el mismo cuenta con unos 400 locales destinados a frutas, verduras, artesanías y antigüedades, entre otros productos. De esta forma, el lugar es ideal para apreciar la diversa cultura popular de Minas Gerais y la extensa producción local.
En el mismo sector se encuentra el parque Municipal que entre sus bellos jardines se encuentra el Palacio de Arte. El mismo consta de 18 mil metros cuadrados, en un moderno establecimiento que integra salas de teatro, cine y galerías donde se exhiben artes plásticas e instalaciones multimedia.
El Palacio forma parte del complejo cultural de la Fundação Clóvis Salgado, y se ubica en el centro de la ciudad sobre la Avenida Afonso Pena 1.537.
Otro lugar imperdible por su excéntrico diseño arquitectónico y su historia es la Iglesia San Francisco de Asís. Esta es una de las construcciones más llamativas de Belo Horizonte. Fue fundada en 1943 en el barrio de Pampulha, con la distinción de ser el primer monumento de estilo moderno en Brasil, además de ser diseñado por el célebre arquitecto Oscar Niemeyer.
El templo se encuentra en el barrio de Pampulha, el cual cautiva a los turistas con su naturaleza y construcciones de inmenso valor artístico, donde Niemeyer creó el Conjunto Arquitectónico de Pampulha, que con sus revolucionarias líneas embellece los márgenes del lago artificial homónimo.
Así junto a la Iglesia, existen otros monumentos como la Casa do Baile, el Yate Club y el Museo de Arte que enaltecen la zona, la cual completa sus atractivos con el gran Parque Ecológico da Pampulha y el estadio de fútbol Mineirão donde Argentina buscará continuar su camino a la final.