Que el pueblo argentino sepa que se están moviendo intereses muy oscuros por detrás de toda esta trama, que siempre encuentran la forma de no poner la cara", aseguró Boudou, quien negó conocer a Alejandro Vanderbroele -a quien las denuncias señalan como su supuesto testaferro- y afirmó no haber tenido ningún tipo de incidencia en el levantamiento de la quiebra de Ciccone.
En dos entrevistas publicadas este miércoles por los diarios Página 12 y Ámbito Financiero, Boudou atribuyó las denuncias en su contra a una "operación montada desde Clarín y La Nación" que "tiene actores políticos y económicos detrás que han hecho uso del Estado desde hace mucho tiempo".
"Desde el punto de vista político, es el duhaldismo y el posduhaldismo residual. Desde el económico, es la empresa Boldt", precisó el ex ministro de Economía.
"Esta empresa (en alusión a Boldt) se ha ido quedando con todo el sistema de juego electrónico de la provincia de Buenos Aires sin ningún tipo de licitación. Fue avanzando sobre cuestiones que el Estado podía hacer, como la impresión de padrones y los pasaportes", indicó.
En este sentido, Boudou sostuvo que "eran todos negocios que (Eduardo) Duhalde le fue dando a la empresa Boldt" y señaló que, "por lo tanto, está atrás de toda la operación mediática" montada en su contra, en la que también mencionó "la colaboración de (la editorial) Perfil".
"Se trata de toda una operación construida alrededor de mentiras. Lo importante es que ahora también tiene un trámite judicial que va a permitir dilucidar las cosas tal como son, que es que yo no tengo nada que ver", remarcó Boudou a Página/12.
"Hasta ahora no había hablado porque es tal la sarta de mentiras que es muy difícil ponerse a desmentir afirmaciones que, de lo propio que uno va leyendo en el tiempo, confunden funcionarios con socios de una empresa, dueños con empleados", explicó.
Por otro lado, sostuvo que "muchas veces peleamos contra poderes ocultos, poderes que se esconden atrás de sectores de la prensa, del trabajo que hace el Grupo Clarín y el diario La Nación utilizándolos a veces para hacer trastadas políticas -por ejemplo, el duhaldismo y el duhaldismo residual-, a veces para hacer negocios y negociados".
En este punto, indicó que se estaba refiriendo "al grupo Boldt", al que señaló como "detrás de todo esto", y detalló que esa empresa "es de la familia Tabanelli, cuyo principal operador político es el señor Guillermo Gabella".
Según afirmó en ambas entrevistas, el grupo Boldt "se ha ido quedando con todo el sistema de juego electrónico en la provincia de Buenos Aires sin ningún tipo de licitación" y, luego, "fue avanzando sobre cuestiones que el Estado podía hacer, como la impresión de padrones y pasaportes".
"Lo que estamos viviendo hoy es la recuperación del Estado, de la Casa de la Moneda que ha vuelto a imprimir padrones electorales, papeles de seguridad para Lotería de la Nación. Eran todos negocios que Duhalde le fue dando a la empresa Boldt y, por lo tanto, está atrás de toda la operación mediática", insistió.
Por otra parte, tanto en Página/12 como en Ámbito Financiero, Boudou afirmó tener "una relación muy estrecha" con José María Núñez Carmona, también nombrado en la denuncia, y detalló que se trata de su "socio" y "amigo desde los 7 años".
En este contexto, Boudou dijo desconocer si existe o existió alguna relación profesional entre Vandenbroele y Núñez Carmona, tal como señalan las denuncias: "Si todas las personas que yo conozco no pudieran moverse más, sería muy difícil, sería algo muy extraño", argumentó.
Además de apuntar contra Duhalde, Boudou señaló al ex titular del Banco Central Martín Redrado: "Redrado buscó imprimir billetes fuera del país y generó el caldo de cultivo propicio para que, cuando Duhalde intentó ser candidato a presidente, se trabajara en una situación de las que él típicamente nos tiene acostrumbrados: buscando generar el caos".
"Nosotros hemos hecho un gran esfuerzo para poner la Casa de Moneda en valor. La Casa de Moneda perdió plata durante un montón de años hasta que nosotros la recuperamos con tareas que son propias y hacía Boldt, al punto que en 2011 la Casa de Moneda ganó 58 millones de pesos. Por eso digo que hay que pegarle al chancho para que salte Boldt", sentenció el vicepresidente.
Además, insistió con que "acá había una operación política, mediática y un intento de perjudicar al gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la etapa que más hacen falta billetes, que es el verano".
Fuente: Télam