Caso Vázquez: testigo clave le atribuyó el homicidio a un muerto

La testigo presencial del homicidio de Néstor Vázquez, ocurrido el 17 de marzo del año pasado, finalmente declaró ayer, tal como lo anticipó Diario Patagónico. Brenda Vargas dijo que el homicida fue Miguel Gallardo -quien terminó asesinado un mes y medio después- y que antes ella había incriminado a Claudio Vera y a Misael Henríquez “por despecho”. Por más de dos años había sido pareja de Vera. La declaración fue tomada como anticipo jurisdiccional de prueba y beneficia a los dos imputados.

La declaración de Brenda Vargas como anticipo jurisdiccional de prueba en la causa que investiga el homicidio de Néstor Vázquez finalmente se llevó a cabo ayer desde las 9 en la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia.

Se trata de la testigo presencial del crimen y a partir de cuya declaración se había imputado a Claudio “Gallo” Vera y Misael Henríquez como autor del homicidio agravado por uso de arma y partícipe necesario, de manera respectiva.

Es que en su primera declaración ante la Brigada de Investigaciones la testigo contó que su misión había sido entregar a Vázquez a su ex pareja “Gallo” Vera para que este lo ejecutara y saciar así sus deseos de venganza. También en esa primera “entrevista” dejó entrever que el crimen formaba parte de una interna de la UOCRA, sindicato al que ambos pertenecían, aunque en grupos disidentes.

Con el correr de los meses la testigo pidió declarar una vez más y la entrevista le fue tomada en sede fiscal, en compañía del abogado de su madre, Leopoldo Puricelli. Allí cambió la versión inicial y desvinculó a Vera y a Henríquez. Para entonces ya estaba muerto Miguel Gallardo y como este había formado parte del grupo, se dedujo la estrategia que lo ubicó como autor del crimen.

Esa idas y vueltas llevaron a la Fiscalía a pedir un anticipo jurisdiccional de prueba para que la testigo declare ante un juez y su testimonio adquiera la validez que se requiere para definir el caso, e incluso tomar una postura respecto a las medidas de coerción que vienen cumpliendo los imputados. Por lo tanto, las partes coincidieron en avanzar con esa medida varias veces frustrada.

A todo esto, el plazo de investigación, que ya fue prorrogado dos veces, vence hoy y la Fiscalía solicitará una nueva prórroga, aunque no renovaría el pedido de mantenimiento de las medidas de coerción. En el caso de Claudio Vera podría recuperar la libertad, no así Misael Henríquez, quien está imputado en otro homicidio.

ANTICIPO DE PRUEBA

Ayer, como lo anticipó en exclusiva Diario Patagónico, se llevó a cabo la audiencia en la sala principal de la Oficina Judicial, acto que fue presidido por el juez natural de la causa, José Rago. Allí, interrogada por el fiscal general, Adrián Cabral, la testigo contó que el 17 de marzo de 2014 se encontró con Vázquez y lo acompañó a la cancha del club Roca porque Gallardo le haría entrega de un arma de fuego; fumaron un “porro” y esperaron cerca de una hora y media.

Ellos se habían conocido durante 2013 en la alcaidía después que ella se había separado de Vera, con quien estuvo en pareja dos años y medio. Relató que se volvieron a encontrar un mes antes del crimen. Sostuvo que en ese tiempo tuvieron intimidad en más de una ocasión.

Según la nueva versión, Miguel Gallardo llegó a la cancha acompañado con otros dos individuos que llevaban capucha, sobre los cuales aseguró no conocerlos aunque les vio las caras y podría reconocerlos.

La secuencia del crimen la describió vagamente: “llegó Gallardo, se saludaron y cruzaron insultos, sacó un fierro y le pegó un tiro en el pecho. Los otros dos me agarraron y llevaron para otro lado amenazándome. Después lo remató con un tiro en la cabeza”, dijo. Agregó que fueron entre tres y cuatro disparos los que efectuó el asesino.

Tras la agresión ella se fue con rumbo desconocido, sin dar noticia a la policía sobre lo ocurrido y los otros tres caminaron hacia una camioneta de color claro. En tanto en la cancha, aseguró, había cerca de 20 pibes jugando a la pelota.

Al ser consultada por el cambio de declaración, sostuvo que lo hizo por despecho porque quería perjudicar a Vera, pero después al recibir tratamiento psicológico, contención de un pastor evangélico y desintoxicarse de las drogas decidió contar “la verdad”.

En la actualidad dijo que trabaja en un estudio de abogados, no consume sustancias desde hace cuatro meses y está embarazada. También reconoció que en este tiempo se volvió a encontrar con Vera en Sarmiento.

Por último, le pidió perdón a la familia Vázquez por haberles dado esperanza de justicia a partir de una mentira que inventó por despecho.

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