Las primeras versiones daban cuenta de una mala maniobra por parte del dirigente social a bordo de una camioneta Renault Duster, pero el propio Castells desmintió esa posibilidad. Al igual que hiciera su pareja, Nina Peloso, el piquetero denunció un atentado: "me quisieron matar por haberlos denunciado".
Desde una cama de terapia intensiva del Hospital 4 de junio en la localidad de Saenz Peñ, con voz apagada, detalló el suceso y explicó que tiene 4 costillas fracturadas.
"Nos han atropellado", esgrimió su teoría ante la consulta de radio Continental de Córdoba, y añadió: "Si querían hacernos lo mismo que a Nisman, les salió mal".
Castells aseguró que quisieron matarlo por las denuncias que ha hecho en el último año: "Nosotros veníamos denunciando las muertes por desnutrición, 11 en Formosa, siete en Chaco y cinco en Salta. El fiscal Di Lello lo tomó y elevó a la jueza Servini de Cubría y quedaron imputados Jorge Capitanich, Alicia Kirchner y Juan Manzur por abandono de persona e incumplimiento de función pública".
Según el dirigente del MIJD, la renuncia de Capitanich y la salida de Manzur son por esa imputación. Y la denuncia fue más allá: "entre Formosa y Chaco han matado a 18 dirigentes sociales o políticos con el mismo mecanismo: no matan con tiros sino que lo disfrazan de accidente de tránsito", indicó Minutouno.com.