Cayeron el consumo y las exportaciones de ropa

De acuerdo con la cámara del sector, en 2018 se habrá exportado cinco veces menos de indumentaria que en 2012 y en comparación con el año pasado un 35 por ciento menos. El consumo interno también se vio afectado por la crisis y en diciembre disminuyó un 11 por ciento.

Las ventas al exterior de indumentaria cerrarán 2018 en 22 millones de dólares, cinco veces menos que el nivel que habían alcanzado en 2012, cuando acumularon 110 millones de la misma moneda, de acuerdo con un informe difundido ayer por la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).

Según la entidad empresaria, la crisis que sufre ese sector “impactó negativamente en las ventas al exterior de prendas nacionales, que aún no muestran reacción a la mejora cambiaria. Durante el acumulado enero-noviembre de 2018, las exportaciones de ropa totalizaron 20 millones de dólares, 35,3 por ciento menos que en el mismo período de 2017”.

“Con estos valores, se estima que las exportaciones cerrarán 2018 en 22 millones de dólares, muy por debajo del nivel de 2012, cuando habían alcanzado 110 millones”, estimó CIAI.

Por su parte, las importaciones de ropa cayeron 19,5 por ciento en noviembre de 2018 en relación al mismo mes de 2017, mientras que si la medición se realiza en kilogramos, la contracción fue de 13,2 por ciento.

La reducción de las importaciones en el período está asociada a la mejora de 40,5 por ciento en el tipo de cambio real con China (país de origen de más de la mitad de nuestras importaciones de ropa) entre diciembre de 2018 y el mismo mes de 2017, indicó el informe.

Y añadió que en el acumulado enero-noviembre de 2018, las importaciones fueron de 479,3 millones de dólares, por lo cual la balanza comercial del sector mostró un déficit de 459,3 millones de dólares.

MAS DE 3.000 PUESTOS PERDIDOS

La CIAI advirtió, además, que la demanda de ropa continúa en caída: en los 300 comercios minoristas relevados por CAME, las ventas de indumentaria y lencería se contrajeron 11,5 por ciento anual en diciembre de 2018; según el INDEC, en octubre las ventas de ropa en shoppings del Gran Buenos Aires cayeron 9,5 por ciento comparadas con el mismo mes de 2017, mientras que en supermercados de todo el país se redujeron 11,5.

“Estas caídas se relacionan con la reducción del poder de compra de los asalariados”, señaló la entidad, que también alertó que la caída en la producción de ropa “provocó la pérdida de puestos de trabajo en blanco generados por nuestro sector”.

Según los últimos datos disponibles en el Ministerio de Producción y Trabajo, entre el segundo trimestre de 2018 e igual período de 2017, se destruyeron 3.056 puestos, cifra que equivale a una reducción de 6,9 por ciento en el plantel del personal esta industria.

INDUSTRIA Y CONSTRUCCION

Esta nueva caída económica se suma a la que se difundió el jueves en la actividad industrial y en la construcción. La primera se contrajo un 13,3% y la construcción 15,9%

Por séptimo mes consecutivo, la actividad industrial mostró una caída respecto del año pasado. En noviembre pasado, el sector registró un retroceso del 13,3%, de acuerdo con el Estimador Mensual de la Industria (EMI) más reciente del Indec.

La construcción, en tanto, descendió un 15,9%, la mayor caída en casi dos años. Incluso con eso, el acumulado anual para la serie original del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) se mantiene en terreno positivo, por 2,7 por ciento.

Ambas cifras destacan a sectores particularmente afectados no solo por el ciclo recesivo que experimenta la economía desde mediados de 2018, pero también están específicamente afectados por un alto piso de comparación. A fines de 2017, la industria manufacturera mostraba ciertas señales de recuperación y el sector de la construcción se encontraba en un excelente año en materia inmobiliaria.

Con esta cifra para la industria, el acumulado sectorial para los primeros 11 meses del año pasado registra una caída de 3,8% respecto a lo alcanzado por el índice durante el mismo período del 2017. El primer impacto negativo sobre el rubro se vio en mayo luego de la primera turbulencia cambiaria, y desde entonces el sector no mostró datos positivos. Se trata de la mayor caída desde enero de 2013.

En particular, los sectores de producción textil y de la industria metalmecánica encabezaron las bajas tanto por el estancamiento en el ciclo de consumo minorista que se vivía en el primer tramo del año, que luego evolucionó a una fuerte caída, como por el aumento de costos de insumos importados para la producción en el segmento industrial. En noviembre, la tendencia se agudizó, con el bloque de industria textil cayendo un 32,2% respecto de noviembre pasado y la industria metalmecánica (excluyendo el bloque de las automotrices) retrocediendo un 26,2% interanualmente.

En el rubro textil, señala el informe del Indec, “la contracción en el consumo interno de prendas de vestir y otras confecciones ha originado una menor demanda hacia distintos rubros”, mientras que el golpe en metalmecánica se debió a un “menor nivel de demanda interna por parte de las actividades agrícolas, la construcción y los sectores de consumo durable (en particular la línea blanca)”.

En el caso de la industria automotriz puntualmente, la caída durante noviembre fue de 14,8% respecto del año pasado.

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