Chicos con VIH: avances y metas que todavía no se alcanzan

El número de niños que nacen cada año con VIH se redujo en el mundo a casi la mitad desde 2009. En Latinoamérica, y en Argentina en particular, la cifra también baja, pero quedó lejos de la meta consensuada a nivel regional para 2015.
El número de niños y niñas que nacen con VIH en el mundo bajó a casi de 400.000 a 240.000 entre 2009 y 2013, es decir casi a la mitad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La tendencia no deja de ser estimulante pero no alcanzó para lograr un objetivo global que se había planteado para 2015: que hubiera menos de 40 mil nuevas infecciones infantiles por año.
En la región de Latinoamérica y el Caribe, los últimos datos indican que unos 46 mil niños y niñas viven con VIH, sobre un total de dos millones de personas infectadas. El número se disparó en la región a inicios de los noventa, hasta entrado el nuevo siglo, cuando empezó a decaer lentamente.
Pero todos estos datos numéricos no llegan a representar el sufrimiento de las niñas y niños. Las razones por las que pueden ser afectados por el virus son varias: pueden haberlo adquirido en el período perinatal (embarazo, parto y lactancia); haberse infectado por vía sexual en la adolescencia; tener familiares seropositivos imposibilitados de brindar a los niños los cuidados que requieren, por estar ocupados en su propia sobrevivencia.
En nuestro país se estima que hay más de 5 mil chicos huérfanos antes de los 15 años a causa del VIH/Sida. Es imperioso tratar la problemática de forma integral, no solamente para mejorar la calidad de vida, sino también para prevenir que la epidemia se propague y para que se mejore el ejercicio de los derechos de los niños.
Unos de los compromisos centrales es que en los próximos años el 90% la proporción de personas con VIH conozca su diagnóstico, a que el 90% de aquellas esté bajo tratamiento antirretroviral y a que el 90% bajo tratamiento tenga carga viral indetectable. Argentina suscribió esta estrategia 90-90-90, en el marco de la Iniciativa de OPS y UNICEF.
La región está a la vanguardia en la implementación de respuestas innovadoras y basadas en evidencias para enfrentar la epidemia. Sin embargo, es necesario ampliar el acceso y la cobertura de las intervenciones eficaces de prevención, atención y tratamiento; garantizar la calidad y el acceso equitativo atención y cuidado y garantizar la financiación y la utilización eficiente de los recursos para la sostenibilidad de la respuesta en cada uno de los países.

EN ARGENTINA
En nuestro país, FUNDAMIND es una de las organizaciones de la sociedad civil pioneras en encarar el tema. Desde hace más de 26 años, trabaja con especialistas para contener la epidemia en familias con niños que viven en alto riesgo y vulnerabilidad social y creó un centro de primera infancia, en el barrio de Balvanera (comuna 3), que recibe a más de 200 chicos por día, en cogestión con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Bajo la consigna No Más chicos con SIDA, lleva adelante diversas acciones de sensibilización y testeo rápido para el VIH. Además, recauda fondos para ejecutar programas con la participación de la comunidad y asegurar el ejercicio de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Con un móvil de prevención, lleva recorridos desde 1998, más de 300 mil kilómetros y llegó con su mensaje a más de 100 mil adolescentes y jóvenes de todo el país. Por eso fue declarado de interés nacional y provincial.
FUNDAMIND atiende una problemática latente en una población que acude muchas veces a la fundación antes que al hospital público. El contexto general de la Ciudad de Buenos Aires indica que la transmisión vertical del VIH tuvo un aumento desde 2009.
A nivel nacional, de acuerdo con el último Boletín sobre VIH del Ministerio de Salud, las infecciones por transmisión perinatal han reducido su incidencia gracias a la incorporación de medidas preventivas tanto durante el embarazo y el parto como en los niños expuestos. Esto implica conocer a tiempo el estado serológico de las mujeres embarazadas y de sus parejas, lo cual fue puesto en el centro por una ley (la 25.543) sancionada hace ya 15 años.
La situación es más grave en algunas regiones como el NOA y el NEA pero también preocupa en ciertas comunas como la 3. El tema está en manos de las organizaciones y de los gobiernos en sus diferentes niveles. Según la cartera sanitaria, todavía se infectan anualmente en Argentina, entre 80 y 100 niños durante el embarazo de la madre, el parto o la lactancia.

TRATAMIENTOS
Consultados sobre el tratamiento pediátrico del VIH, especialistas recomiendan un seguimiento con pruebas de carga viral cada 3 ó 6 meses, de acuerdo con la necesidad de cada paciente. En este momento, todas las formulaciones pediátricas comercializadas en la Argentina se compran y distribuyen desde el Ministerio de Salud de la Nación.
Si bien hay laboratorios que dejaron de producirlas en los últimos años, debido a una caída de la demanda, en los hospitales aseguran que están realizando normalmente el tratamiento y seguimiento de este tipo de pacientes.
Entre otras cuestiones, en Bogotá se aconsejó iniciar el tratamiento antirretroviral materno en casos de madres diagnosticadas durante el embarazo, el parto o inmediatamente después, así como también se identifique la exposición del lactante al VIH.
La Ley Nacional de Sida (vigente desde 1990) establece el acceso gratuito a la medicación para las personas con VIH y ordena al Estado Nacional cubrir gratuitamente la totalidad del tratamiento, incluyendo los insumos necesarios para la realización de los exámenes de carga viral.
La Ley de Diagnóstico a Embarazadas (de 2001) obliga al equipo de salud a ofrecer el análisis de VIH a toda mujer embarazada y desde 2010 se recomienda el ofrecimiento activo de la prueba diagnóstica a la pareja.
La Ley de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes indican que toda institución de salud deberá atender prioritariamente a las niñas, niños y adolescentes y mujeres embarazadas y que las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la atención integral de su salud, a recibir la asistencia médica necesaria y a acceder en igualdad de oportunidades a los servicios y acciones de prevención, promoción, información, protección, diagnóstico precoz, tratamiento oportuno y recuperación de la salud.



Fuentes: OPS/UNICEF/Onusida/Ministerio de Salud de la Nación

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