Ayer por la mañana se llevó a cabo en los tribunales penales del barrio Roca la primera jornada de debate en torno al homicidio de Hugo Barrientos -ocurrido el pasado 5 de febrero de 2012- que tiene como imputado a Luis Alberto Vidal. La defensa planteó nulidades y pudo escucharse el testimonio de cinco personas. Para mañana se espera continuar con la recepción de prueba testimonial.
El tribunal de juicio fue integrado por los jueces penales Alejandro Soñis, Gladys Olavarría y Hugo Juárez, el fiscal general Adrián Cabral, mientras que la defensa del imputado fue ejercida por los defensores legales María Cristina Sadino y Esteban Mantecón.
En su presentación del caso, el fiscal argumentó que va a probar a lo largo del debate la materialidad y autoría del hecho acontecido el 5 de febrero de 2012 aproximadamente a las 7:00 horas en circunstancias en que Luis Alberto Vidal se encontraba junto a Hugo Barrientos en el domicilio de éste último sito en calle Ostoich, del barrio Abel Amaya.
Vidal le efectuó un disparo con un arma de fuego calibre 22, a una distancia no mayor a 10 centímetros en la región temporal derecha, que provocó fractura por penetración, con la clara intención de causarle la muerte, atento que apuntó a la cabeza de la víctima.
Producto del disparo Barrientos sufrió un paro cardiorespiratorio traumático debido a lesión cerebral provocada por el paso del proyectil y falleció tres días después el 8 de febrero.
El hecho fue calificado como “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” en calidad de autor para Vidal, con una pretensión punitiva de 14 años de prisión.
En este marco, la defensa planteó la nulidad de una pericia informe balístico y de la extracción de sangre que se realizara a Vidal con el argumento que toda prueba obtenida de manera ilegal debe ser excluida del proceso.
El fiscal por su parte solicitó que se rechacen dichos planteos, en tanto que el tribunal difirió el tratamiento del planteo “hasta el veredicto” ya que “debe valorarse la producción integral de la prueba para expedirse al respecto”, sostuvieron.
El primer testimonio fue el de la madre de la víctima, quién recordó que aquel domingo llegó una conocida a su casa a golpear la puerta y comentarle que su hijo se había matado. En ese momento otro de sus hijos se dirigió hacia la casa de Hugo Barrientos –ubicada en la villa del Abel Amaya- para poder llevar a su hermano al hospital. Más tarde un policía le comunicó que su hijo tenía un tiro en la cabeza.
Seguidamente brindó su testimonio la bioquímica Sandra Velázquez quién realizó diversas pericias en el caso. El dermonitrotest a la víctima le dio negativo en ambas manos, sin embargo a Vidal le dio positivo en su mano izquierda, es decir tenía rastros de pólvora en su mano. Respecto al análisis de la distancia determinó que había sido a una corta distancia, aproximadamente 10 centímetros entre la boca del arma y la cabeza. Sobre el análisis del humor vítreo a la víctima determinó que no existían rastros de alcohol en sangre.
Otro de los testimonios destacados fue el del hermano de la víctima, quien recordó que fue a la casa de Hugo porque le habían dicho que le había pasado algo, cuando llegó estaba Vidal “preparando un vino”. Su hermano se encontraba acostado sobre un colchón, al preguntarle qué había pasado, el hombre le dijo que “su hermano estaba borracho, que no había pasado nada”. Luego se acercó y observó que le comenzaba a salir espuma por la boca. Mientras era trasladado al hospital se dio cuenta que tenía sangre y una herida detrás de la oreja.