¿Cómo ahorrar en comida durante el viaje?

Siempre es bueno reducir los gastos innecesarios cuando uno se va de vacaciones. Por pequeña que parezca la diferencia, son ahorros que después se podrán usar para otros menesteres.

A cualquier persona le encantaría comer en los mejores restaurantes todos los días durante su viaje, pero por esa vía pueden correr buenas cantidades de dinero. Existen algunos tips a la hora de armar el viaje que ayudarán a gastar menos en comida.

En principio, hay que tener en cuenta que elaborar un presupuesto puede ser de gran ayuda. Antes de viajar se debe averiguar los costos de la comida en el destino. Los conocedores recomiendan indagar por el precio del agua embotellada, ya que es un buen parámetro para estimar los costos de lo demás. En base a esto, se puede diseñar un presupuesto con la cantidad de plata que se puede y se debe gastar diariamente en comida.

Si bien la planificación es lo más importante, otro consejo es no comer en sitios especialmente diseñados para los turistas. Los restaurantes de los aeropuertos y los que están ubicados en las zonas aledañas a los hoteles por lo general tienen precios mucho más altos que en el resto de la ciudad. Un consejo práctico es conseguir antes de partir a una excursión de varias horas o un paseo largo, barritas de cereal, galletitas o un sándwich en un mercado y así evitar gastar en refrigerios en lugares estratégicamente ubicados para los turistas.

Aunque parezca exagerado, dependiendo del destino y de otros factores se puede ahorrar llevando alimentos por cuenta de uno. Hay productos que se pueden transportar fácilmente y que son de gran ayuda en momentos difíciles.

Asimismo no solo es bueno para la salud consumir bastante agua, también suele ser una excelente aliada. Compensa el hambre, y además lo mantienen a uno lejos de las gaseosas, que suelen ser muy caras. En este caso es esencial también comprarla en supermercados antes que en un restaurante o negocio.

Un clásico que ya todo el mundo conoce, es elegir un tipo de hospedaje que dé la opción de cocinar. Los hostales, las casas de familia o las cabañas generalmente tienen todo lo necesario para cocinar y no tener que gastar en restaurantes o rotiserías.

Por último, si se decide comer afuera, es importante escoger lugares que no exijan pagos extra por propinas o servicio a la mesa. Los más prácticos son los sitios de autoservicio, que nunca tienen cargos ocultos. 

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