La crisis que vive el Grupo Garbarino se extiende y repercute en todas sus compañías. Compumundo no quedó exenta de este panorama y en Comodoro sus trabajadores están “en un limbo”.
El local está cerrado desde hace varios meses y los artículos que estaban a la venta comienzan a ser retirados porque se debe entregar la propiedad a la inmobiliaria.
En diálogo con El Patagónico, Matías Silva, del Centro de Empleados de Comercio (CEC), manifestó que la situación no cambió con respecto a los últimos meses. Lo peor es que ni siquiera se pudo firmar un acuerdo que tardó tiempo en llevarse a cabo.
“Se había arribado a un acuerdo para que la gente firme la desvinculación. Se iba a pagar en cuotas y hasta se había fijado la cantidad de pagos. Había acuerdo de todos lados pero me llamaron para decirme que no tenían plata ni siquiera para hacer frente a esos acuerdos. No se firmaron. Nos quedamos con el acuerdo y con el ‘ok’ de la gente”, aseveró el dirigente gremial.
Los trabajadores están en una situación de incertidumbre porque, como explicó Silva, “no cobran y tampoco los echan. Lo peor es que la gente sigue siendo empleada de Compumundo. No cobran, no los echan; se pueden considerar despedidos y es lo que están evaluando. Es un juicio ganado, pero de ahí a que lo cobren es un tema importante. No siempre un juicio que se gana, se cobra. Es otra pelea que hay que estar dispuestos a dar. Hay que tener espalda para aguantar todos esos años que dure el juicio”, subrayó Silva.
El local de San Martín al 700 está cerrado y los artículos comienzan a ser retirados. “Dijeron que iban a retirar la mercadería porque tienen que entregar el alquiler. No sabemos si los llevaron a Garbarino para la venta o a otra parte del país”, afirmó el dirigente sindical.