Con el objetivo de que los docentes sin título de profesor puedan regularizar su situación y seguir dando clases, está a punto de aprobarse un proyecto de formación profesional a través del Ministerio de Educación de Chubut, de la Universidad del Chubut y los Institutos de Formación Docente y promovido por la asociación docente Isidro Quiroga.
El proyecto busca darle solución a todos los docentes que son alcanzados por el decreto 146/08. Esa normativa dice que sólo pueden ocupar cargos los que tengan título docente, es decir que sean profesores. Afecta a estudiantes y a profesionales que no tengan formación pedagógica.
Este decreto, que surgió en tiempos de la gobernación de Mario Das Neves, no fue aplicado hasta 2011 porque en ese momento se les dio dos años a todos los que ejercían la posibilidad de obtener su título de profesor. Este año comenzó a generar alerta entre varios docentes.
“A partir de 2011 empieza a aplicarse el decreto 146, en un principio en algunas escuelas. En 2012 hubo más escuelas donde se aplicó, en 2013 más y en 2014 se notó que la mayoría de las escuelas aplican el decreto porque está en vigencia y los directivos no podían dejar de aplicarlo”, explicó Adriana Gago, una de las docentes encargadas en la elaboración del proyecto.
Los cuatro lineamientos son el profesorado para preceptores, el profesorado complemento para agentes con título de técnico o profesionales, la especialización para POT (Profesor de Orientación y Tutoría) y la especialización para directivos y equipos de gestión.
“A través de paritarias, en estos años se fue reglamentando la aplicación de este decreto porque era muy taxativo. Inclusivo, dice el procedimiento para cubrir cargos directivos y de POT”, indicó a Diario Patagónico.
CALIDAD EDUCATIVA
Por su parte Isabel Latorre, otra de las autoras de la iniciativa, aclaró que “no son títulos gratis. Cuando hablamos de calidad educativa, hablamos de tener docentes formados. Se rescatan todos los saberes que el docente trae y se busca hacer la complementación. Una vez que termina el trayecto pedagógico, hay que ofrecerle la alternativa de que termine su carrera docente”, explicó.
A modo de muestreo, se hizo una preinscripción que les dio como resultado más de 200 interesados. La demanda es grande en el sector docente. “Hay gente que va por la mitad de la carrera y empieza a trabajar, con sus consecuencias: dos turnos, mucha flexibilidad de horarios, entre otros”. Y añadió que esta formación será con aulas virtuales.
Gago y Latorre remarcaron que este programa se traducirá como formación, por lo que tiene una connotación distinta a lo que se conoce como capacitación. Tiene alrededor de 18 materias y equivale a la formación pedagógica de un instituto docente. “La idea es complementar la formación disciplinar del docente”, agregó Gago.