Mendoza (Télam)
Kirchner, al finalizar su discurso pronunciado en el Cerro de la Gloria, levantó una mano de su esposa, la senadora Cristina Fernández, y una del gobernador radical K de la provincia, Julio Cobos, en un gesto político que apunta a las elecciones de octubre.
«El cambio recién comienza y la construcción de la transformación también, porque el 10 de diciembre de 2007, en el marco de una plena concertación, los argentinos nos encaminamos a un proyecto definitivamente de transformación», planteó Kirchner.
El jefe de Estado destacó que ese proyecto permitirá «el cambio de las estructuras de injusticia para que se construya una Argentina para todos, donde se puedan realizar todos los argentinos».
El Presidente encabezó en Mendoza, provincia que visita por octava vez, el acto central de conmemoración del 25 de Mayo, fecha en la que cumple cuatro años de gestión. En la conmemoración estuvo acompañado por el vicepresidente, Daniel Scioli, miembros del gabinete, la senadora Fernández y el anfitrión, el gobernador Cobos.
El acto, considerado en Mendoza como el hecho político más significativo protagonizado por un Presidente en los últimos 50 años, también contó con la asistencia gobernadores, intendentes y otros legisladores.
Durante su discurso, Kirchner reclamó que se eviten «las especulaciones acerca de que al otro le vaya mal» y puntualizó que «las cuestiones electorales se resuelven en los momentos electorales».
«Después de las elecciones hay que arremangarse para que la patria siga creciendo. El día de la patria nos debe sintetizar a todos y los argentinos debemos tomarnos fuertemente de las manos para la construcción del país», afirmó.
También llamó «a todos los argentinos» a «seguir creciendo más allá del día de la patria» con «responsabilidad, fuerza y pasión».
"DE LUCHAS"
Kirchner destacó que «estamos luchando por salir del infierno» y que desde que asumió la presidencia «esta Patria entró en el quinto año consecutivo de crecimiento».
El mandatario dijo que fue «una verdadera irresponsabilidad política el grado de subordinación» que tenía la Argentina cuando asumió su cargo y afirmó que se está «desandando ese camino».
«Parecía entonces que cualquier gesto de autonomía era una irresponsabilidad política y para algunos este Presidente debe ser el más irresponsable. Pero la verdadera irresponsabilidad política fue el grado de subordinación que llevó a la patria a un camino que estamos empezando a desandar», afirmó.
Previamente, el gobernador Cobos había planteado que «hace pocos años los vaivenes nos llevaron a una crisis política cuyas consecuencias fueron la exclusión social. Hoy por coincidencias de la historia hacen que nuestro actual presidente cumpla cuatro años de gobierno».
«Necesitamos trabajar en conjunto. Hemos tenido grandes líderes y hoy necesitamos recuperar la esperanza para mirar hacia el futuro», sostuvo Cobos.
A la ceremonia, realizada en el anfiteatro del Cerro de la Gloria bajo un espléndido día de sol, concurrió una multitud que colmó las gradas del lugar con banderas argentinas y de agrupaciones sindicales y políticas.
También se destacaron las banderas rojas y blancas de la UCR que adhiere a la concertación plural impulsada por el presidente, lanzada por Kirchner hace un año en la Plaza de Mayo, mientras en las laderas de cerros cercanos se apiñaban hombres, mujeres y niños para seguir el acto.
Al culminar la ceremonia, el Presidente y su esposa saludaron a un grupo de chicas militantes conocidas como las «Cristinas» y las «Pingüinas».
Fue notoria la presencia de mucha gente proveniente de Santiago del Estero, que responde al gobernador radical K Gerardo Zamora, al igual que agrupaciones sindicales, entre las que se destacaba una columna de las 62 Organizaciones.