Conmoción por el audaz golpe comando en una comisaría

Un grupo comando integrado por al menos ocho delincuentes armados con FAL ingresó a una comisaría del partido de Escobar, donde liberó a cinco presos, robó las pistolas reglamentarias de los policías, encerró a los efectivos en una celda para contraventores y huyó.
Buenos Aires (Télam)
El gobernador bonaerense Felipe Solá aseguró que la pesquisa apunta a determinar a qué preso fueron a rescatar los delincuentes y por qué un preso «tan peligroso estaba (encerrado) en una comisaría».
En tanto, el fiscal de Escobar a cargo de la investigación del caso, Claudio Flores, aseguró que la principal sospecha es que la banda ingresó para liberar a un joven de apellido Lugo que estaba detenido por portación de arma de guerra, y que el resto de los detenidos aprovechó la oportunidad para escapar.
El hecho comenzó cerca de la medianoche del martes en la seccional 2 de Escobar, ubicada en Falucho 1.346 de Ingeniero Maschwitz, al norte del conurbano bonaerense, cuando al menos ocho delincuentes ingresaron al lugar y amenazaron a todos los policías presentes.
«No se puede determinar el número exacto de delincuentes porque ingresaron por distintos lugares y no se sabe la cantidad de gente que quedó afuera de la comisaría. Pero estamos hablando de entre siete y diez personas armadas y que llevaban puestos unos gorros de lana», dijo el fiscal Flores.
Un jefe policial dijo que cinco de los delincuentes ingresaron por la puerta principal, mientras que los tres restantes lo hicieron por el garage.
Según las fuentes, los delincuentes se dirigieron de inmediato a la oficina donde se encontraba el oficial a cargo, a quien amenazaron y golpearon de un culatazo en la cabeza para que les entrega de las llaves de los calabozos.
«Actuaron muy rápido. Es una comisaría que está ubicada frente a una plaza y, por la hora en que ocurrió todo, no había nadie por la zona. Además es una comisaría muy chica y los calabozos están pegados a la entrada de la seccional», explicó el fiscal.
La comisaría cuenta con dos calabozos, uno de los cuales está destinado a los presos comunes, en el cual entran tres hombres pero había cinco.
El otro calabozo es para los contraventores, el cual al momento del hecho estaba vacío.
Como no obtuvieron las llaves, los delincuentes rompieron el candado con una tijera y dejaron salir a los cinco detenidos. Luego, encerraron a los cinco policías a la celda de contraventores, la cual fue cerrada con un candado.

LIBERACION Y HUIDA
Antes de escapar, los delincuentes robaron tres pistolas calibre nueve milímetros reglamentarias, tres chalecos antibalas y 15 pecheras refractarias que los policías utilizan para controles de tránsito.
Decenas de policías de la Jefatura Departamental Norte y de comisarías aledañas montaron desde la madrugada un operativo de rastrillaje en la zona y rutas cercanas, pero hasta anoche no hubo recapturados.
La dirección de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense comenzó a investigar el caso para determinar la actuación de los efectivos.
En tanto, Solá expresó que «se está investigando a quién buscaban realmente. Hasta ahora no está claro, pero en el transcurso del día se va a aclarar».
«Lo que quiero averiguar es por qué un preso realmente peligroso, suponemos que fue pirata del asfalto, lo estaba por tenencia de arma de guerra. Por qué estaba en una comisaría. A lo mejor hay una explicación judicial», señaló.
El mandatario provincial hacía referencia al preso Claudio Alberto Lugo, de 35 años, un hombre que tenía antecedentes penales por robo y se había fugado de la cárcel de San Nicolás meses atrás y fue recapturado a principios de este mes.
Según las fuentes, Lugo estaba detenido por «portación de armas de guerra» en una causa que comenzó por un hecho de «piratería del asfalto». Al ser apresado, tenía en su poder una pistola calibre nueve milímetros y un handy con frecuencia policial.
Por su parte, el intendente de Escobar, Silvio González, aseguró que los delincuentes que actuaron en la liberación de los presos estaban armados con fusiles FAL y calificó el hecho como «muy delicado».

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