Los trabajadores de las estaciones de servicio pararon ayer en las 21 bocas de expendio de Comodoro Rivadavia.
«El paro fue un éxito», dijo ante Diario Patagónico Loris Agostinelli, secretario general de SMATA, gremio que nuclea a los empleados.
Además, el dirigente afirmó que ninguna empresa había acercado formalmente una propuesta de incremento salarial.
«Nosotros estamos dispuestos al diálogo que se tiene que abrir con una propuesta de aumento salarial, siempre que la respuesta sea razonable. Algunos estacioneros individualmente estarían gestionando algo en YPF para darnos el aumento, pero no tenemos respuestas formales a nuestro reclamo», sostuvo el gremialista.
Por la tarde los remiseros, taxistas y miembros de algunas instituciones como la Policía comenzaron a sentir el impacto de la medida; sobre todo porque en horas de la mañana los encargados suministraban combustible a los sectores institucionales, servicio que por la tarde se dejó de cumplir.
Un grupo de trabajadores se organizó y recorrió las estaciones de servicio evaluando el acatamiento a la medida de fuerza que se cumplió en un 100 por ciento.
Si bien se realizaron denuncias públicas por roturas y pintadas en estaciones céntricas, hasta última hora de la tarde no se habían radicado denuncias al respecto, aunque se vinculaban con la organización sindical.
Al respecto Agostinelli sostuvo que «se equivocaron muy feo conmigo, sobre todo Miguel Ortego, que me acusó de que estuve rompiendo cosas. En el momento en que hacía esa denuncia yo estaba con el delegado de la Subsecretaría de Trabajo, Marcial Paz; así es que difícilmente hubiera podido estar en la estación.
Yo me aguanto esas cosas, soy viejo y me la aguanto, porque los cobardes acá son ellos que cagan de hambre a los chicos que le hacen la plata», dijo el dirigente.
Agostinelli afirmó que el paro indirectamente también está beneficiando a los estacioneros. «Les sirve para presionar a las empresas petroleras para pedir un aumento, lo han reconocido, y algunos me lo han dicho cuando dialogamos, incluso en la Subsecretaría de Trabajo. ‘No levantes el paro y lo hacemos por tiempo indeterminado que nos conviene’, me decían», expresó.
Afirmó además que «estoy dispuesto a acompañarlos siempre y cuando respondan a nuestros pedidos. Estamos pidiendo un salario digno, pedir que un trabajador gane 2.100 pesos de bolsillo no es una locura; sobre todo porque esa plata tampoco le alcanza para vivir», expresó.
En tanto, Osvaldo Lewis, propietario de una estación de servicio, sostuvo que muchos estacioneros no pueden afrontar los costos de un aumento.
- 30 mayo 2007