Declararon los policías que, junto a Claudio Lamonega, descubrieron los tres cuerpos

Los agentes Miguel Cabezas, Yesica Manriquez y Jorge Landivisnay fueron los primeros testigos en declarar en la jornada inaugural del juicio por el crimen de Marisa Santos y sus hijos Lucas y Victoria. Contaron lo sucedido aquel lunes 24 de noviembre cuando Claudio Lamonega, el único imputado, fue hasta la comisaría preocupado por la supuesta desaparición de la familia y al barretear la puerta del domicilio encontraron los cuerpos.
Ayer a las 8:30 en la Oficina Judicial de Sarmiento, comenzó a ser juzgado Claudio Lamonega (50), el único imputado por el triple crimen ocurrido el domingo 23 de noviembre en esa ciudad y que tuvo como víctimas a su pareja Marisa Santos (48), y a los dos hijos de ella: Lucas (15) y Victoria (17) Ramis.
Minutos antes el hombre había sido trasladado desde la comisaría del pueblo, sabiendo que por los cargos que se le imputan podría caberle la prisión perpetua, tal como pretende la jefa de Fiscales, Andrea Vázquez. La primera audiencia de este debate se extenderá por 11 días en su parte testimonial.
En principio, las partes presentaron sus argumentos. El Ministerio Publico Fiscal, representado por Vázquez y la funcionaria Marisol Sandoval, sostuvo que trabajará sobre los ejes del hallazgo de los cuerpos, el lugar del hecho, cómo y cuándo Lamonega asesinó a las tres víctimas, el hurto, el vínculo y la violencia psicológica y económica que el acusado ejercía sobre Santos.
Por su parte los abogados defensores, Miguel Moyano y Gustavo Oyarzún, pidieron la nulidad de la prueba del examen mental obligatorio realizado en Puerto Madryn, entendiendo que se extiende más allá de la prueba de pericia mental que permite la ley. También manifestaron que su representado jamás pudo haber sido el autor de este grave hecho y en consecuencia pedirían su absolución.

LA PRIMERA REACCION
Durante el debate también estuvieron presentes los abogados querellantes, Manuel Mauriño y Oscar Herrera, y sin duda lo más relevante de esta primera jornada fue la declaración de los tres empleados policiales que aquella tarde de lunes de noviembre fueron los primeros en descubrir este macabro triple homicidio junto al ahora imputado.
Así, los agentes Miguel Cabezas, Yesica Manriquez y Jorge Landivisnay contaron cómo fue que Lamonega llegó hasta la comisaría preocupado por la "desaparición" de la familia, tras un supuesto viaje a Comodoro Rivadavia. También el momento en que lo acompañaron hasta la vivienda, donde al barretear la puerta de ingreso encontraron los cuerpos, tendidos sobre sus camas con visibles disparos.
Entre los aspectos más relevantes de sus testimonios, mencionaron que Lamonega dijo no haber tenido contacto con Santos desde el viernes 21 de noviembre y que no tenía llave de la casa de la calle Sarmiento. Ambas afirmaciones en principio resultan controversiales, en función de las pruebas recolectadas por la Fiscalía.
Los jueces Roberto Casal, Daniel Pérez y Francisco Orlando escucharon atentos cada uno de los testimonios, como así también las presentaciones de las partes donde Vázquez proyectó imágenes de las víctimas, planos y fotografías de los lugares del hecho, para ilustrar su alegato inicial.
La jefa de Fiscales dijo que los hechos investigados ocurrieron el 23 de noviembre de 2014 en el domicilio ubicado en calle Sarmiento 445, entre las 3:25 y las 9:50, mientras las víctimas dormían cada una en sus habitaciones.
Lamonega habría aprovechado esta situación de indefensión y estando las víctimas desprevenidas, primero atacó a Victoria, efectuándole dos disparos con un arma con silenciador, uno de los cuales ingresó en el maxilar izquierdo con orificio de salida. El otro impacto en la región ocular izquierda, con orificio solo de entrada.
Luego fue el turno de Lucas, a quien también le habría disparado en dos oportunidades. El primer impacto ingresó en el pómulo izquierdo y el otro lo recibió en el parietal superior izquierdo. Ambos, solo con orificio de entrada.
Finalmente asesinó a Marisa de un disparo en el cráneo con orifico de ingreso en la región temporal izquierda y sin orificio.
En su presentación, la fiscal Vázquez señaló que la mujer era víctima de violencia psicológica y económica por parte del imputado y agregó que existía un antecedente de violencia familiar de Lamonega con una pareja anterior, con quien mantuvo una relación similar a la que sostenía con Marisa.
La fiscal también recordó que el imputado se apoderó de un revólver 22 marca Sentinel norteamericano de nueve tiros que era propiedad del padre de Santos, y del celular de la víctima que luego descartó y fue encontrado en el canal de riego secundario 5 de esta localidad.
A modo de conclusión, indicó que el acusado tenía una personalidad celosa, fría, calculadora, egoísta y perfeccionista, y que presentó un lugar del hecho impecable, pero olvidó que había un mundo externo que lo vio y puede ubicarlo en distintos lugares que permitirán probar su autoría y materialidad de los crímenes.
Los abogados defensores, por su parte, entienden que Lamonega es inocente, que no hay testigos del hecho ni fue hallada el arma homicida, y al no haber certezas sobre el silenciador encontrado en el canal de riego, el único camino posible para los magistrados es dictar una sentencia de absolución.
Así, a casi un año de que se produjo este triple homicidio, comenzó el juicio oral y público, el cual continuará hoy a partir de las 8:30, en una jornada donde se espera que se presenten 7 testigos que fueron contactados por Lamonega, vecinos de donde ocurrió el hecho, y otros habitantes del pueblo que lo vieron en las primeras horas del domingo 23, cuando fue captado por diferentes cámaras de seguridad.

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