Denuncian que Havanna fábrica alfajores transgénicos

Asociaciones y personalidades dedicadas a la defensa del medio ambiente salieron a condenar la incorporación de transgénicos en alimentos argentinos bajo el hashtag #ChauHavanna.

En octubre del año pasado se aprobó el uso comercial del trigo HB4, convirtiendo a la Argentina en el primer país del mundo en admitir la integración del transgénico a los alimentos.

El Ministerio de Ciencia e Innovación Tecnológica de la Nación informó al momento de la ratificación que "la tecnología HB4 permite obtener semillas más tolerantes a la sequía" al modificar genéticamente la composición del grano.

Esta semana, Havanna firmó un contrato con la empresa agrotecnológica Bioceres para comenzar a incorporar el trigo BH4 a sus productos y varias voces defensoras de la agroecología salieron a las redes proclamando que el acuerdo es todo menos salubre.

https://twitter.com/AbogadesAmbient/status/1394277347902246918

La periodista Soledad Barruti, quien se puso al hombro la campaña contra el acuerdo con China para la crianza de cerdos en los campos argentinos, condenó duramente al acuerdo entre Havanna y Bióceres en su cuenta de Instagram:

La reconocida ambientalista y autora llamó a un boicot de la marca de alfajores bajo el #ChauHavanna, argumentando que la colaboración entre las empresas se trata de "un nuevo experimento propuesto por una industria que hasta ahora solo nos dio más venenos, más desastres sobre la tierra y más comestibles horrendos".

"El 60% de las tierras cultivables de Argentina ya están ocupadas de cultivos transgénicos. No solo no solucionaron el hambre ni nos dieron mejores alimentos. Extendieron la pobreza y aumentaron los venenos en solo 20 años un 1.000%", aseguró la periodista.

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Barruti no está sola: la Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas también salió a condenar el acuerdo a través de su cuenta de Twitter, con un posteo donde afirman que el trigo HB4 "es resistente al glufosinato de amonio, peligro para la salud, biodiversidad y el ambiente".

Además, desde el primer paso hacia la comercialización de alimentos transgénicos dado el año pasado, varias asociaciones han manifestado sus dudas: la Cámara de Exportadores de Cereales Argentina (CEC) expresó preocupación al observar otros intentos de venta de alimentos transgénicos que fallaron, ya que no llegaron a ser aprobados por los países a quienes exportamos. Este escenario se podría repetir si Brasil, primer importador de trigo argentino, no aprueba el uso del HB4.

Por su parte, la ONG Ecologistas en Acción advirtió que dichos productos pueden causar estragos en el cuerpo humano (como alergias o resistencia a los antibióticos) dado que el gen introducido puede dificultar la digestión correcta de los alimentos.

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