Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), en la provincia de Córdoba, desarrolla Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT) con tecnología propia que son utilizados para dar soluciones concretas como el monitoreo de incendios forestales o facilitar las tareas de fertilización y fumigación a los agricultores.
El Grupo de Sistemas de Tiempo Real del departamento de Telecomunicaciones de la Universidad Nacional de Río Cuarto (GSTR-UNRC) reúne a una veintena de docentes, investigadores, becarios y estudiantes de distintas carreras de ese centro de estudio, y desde hace dos años integran sus desarrollos utilizando los vehículos no tripulados como plataforma.
Además, el GSTR-UNRC coordina con distintos organismos oficiales como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), gobiernos locales o la Fuerza Aérea Argentina, el desarrollo de drones que presten soluciones tecnológicas a distintas necesidades.
El ingeniero en telecomunicaciones, Pablo Solivellas, de 33 años, contó que "el GSTR-UNRC es un equipo que integra dos generaciones de docentes, becarios y estudiantes de ingeniería en telecomunicaciones, mecánica, en electricidad y la licenciatura en computación, entre otras áreas de incumbencia".
"Tiene como una de sus principales líneas de investigación a los sistemas embebidos, tanto los críticos como los de tiempo real, y una de las aplicaciones más directas de estos son los VANTs", apuntó.
Darío Díaz, un ingeniero en telecomunicaciones de 32 años que también integra el GSTR-UNRC, contó a Télam que "para los apasionados de estas cosas, la utilización de VANTs es un recurso que nos permite jugar con la tecnología y descubrir nuevas posibilidades".
"Nuestro próximo paso es muy probable que vaya en el camino tendiente a aumentar la autonomía, y complejizar el modelo integrando nuevos sensores y cámaras de mayor definición", agregó.
Hernán Ponso, un ingeniero en telecomunicaciones de 31 años que también integra el GSTR-UNRC, dijo a Télam que "la tecnología de los VANTs se ha abaratado muchísimo en los últimos años, permitiendo que se vayan planteando nuevas aplicaciones que van más allá de la adquisición de imágenes; va a pasar como con las computadoras domésticas, que al principio nadie sabía para qué usarlas", apuntó.
El especialista señaló que "es probable que la parte más compleja de estos desarrollos sea el trabajo fino de configuración de detalles, porque a veces por un olvido mínimo el drone pierde estabilidad y terminamos juntando las piezas".