La Brigada de Drogas Peligrosas del Chubut, a cargo de los comisarios Julián Vilches y Andrés Ávila, realizaron el lunes a la noche 11 allanamientos en departamentos del barrio 30 de Octubre que culminaron alrededor de las 4 de la madrugada de ayer con la detención de cuatro hombres. Más tarde se sumaría otro por parte de la Seccional Quinta.
Los allanamientos fueron ordenados por la juez federal Eva Parcio, junto al secretario penal Mauricio Abaurre, y fueron llevados a cabo por la Brigada de Drogas, junto al GEOP (Grupo Especial de Operaciones Policiales) Operaciones y Seccional Quinta de Policía.
En uno de los departamentos, los policías no pudieron ingresar por la puerta de un “bunker” debido a la férrea reja, por lo que debieron hacer un boquete. En esos minutos que pierde la policía los delincuentes descartan pruebas.
En los allanamientos que se llevaron a cabo en edificios muy cercanos unos de otros, se secuestraron 400 dosis de marihuana, 200 mil pesos, 1.000 dólares, balanzas de precisión, elementos de corte y tres vehículos.
Los allanamientos que se llevaron a cabo en los edificios 89, 67 y 43, en los pasillos de estos edificios la Policía había logrado registrar en varias oportunidades cómo los narcos utilizaban a niños de entre 12 y 16 años para cumplir el oficio de “pasamanos”; es decir que llevaban y traían la plata y las “bochitas” de marihuana. Fue una de las cuestiones por las que se precipitaron los allanamientos.
Según pudo averiguar El Patagónico, uno de los detenidos en los allanamientos fue Carlos Adrián Rocha, quien estaba prófugo de la Justicia federal de Comodoro Rivadavia. El condenado por drogas era buscado por incumplir con las reglas que le habían fijado como condición para seguir en libertad.
Rocha había sido condenado en 2015 a un año de prisión en suspenso por tenencia de drogas, por lo cual debía regirse por una serie de reglas de conducta, pero cuando la Policía Federal lo fue a buscarlo para notificarlo no lo encontró. Ahora lo halló la Policía del Chubut.
Otro de los detenidos fue Matías Polenta, conocido por haber estado involucrado en dos homicidios. Por el último de ellos fue procesado primero y luego sobreseído. Se trata del crimen de Mario Quevedo, muerto a tiros en los pasillos de las 1008 Viviendas después de que se descubriese un bunker de objetos robados también en el edificio 43.
Los otros detenidos fueron Nicolás Nuñez, Héctor Barría y Cristian Herrera.
“BUNKER DEL 43”
A Cristian “el Cordobés” Herrera lo detuvo personal de la Seccional Quinta en la mañana de ayer. El personal de esa comisaría al mando del comisario Juan José Ale lo vinculó con un bunker del edificio 43 en donde se encontraron numerosos objetos robados, así como una pistola en su poder. Fue señalado como presunto autor de los cinco disparos que había recibido Quevedo antes de ser asesinado.
Todos los detenidos serán indagados hoy por el Juzgado Federal con el agravante de utilizar a niños y adolescentes para vender drogas.
Por el hallazgo del bunker de ayer en el edificio 43 nuevamente intervinieron al fiscal Andrea Rubio junto al fiscal Cristian Olazabal y pidieron el secuestro de televisores LED 32 pulgadas, 24, 50 y 42 pulgadas, estéreos varios, parlantes de sonido, tabletas, netbooks, planchas, teléfonos celulares, herramientas varias, taladros, lijadoras, soldadoras y guitarras eléctricas.