La propiedad de Felipe Do Carmo fue afectada dos veces entre el miércoles y ayer, pero en esta última oportunidad fue de tal magnitud el desborde cloacal que los líquidos sobrepasaron el patio interno y tras ingresar a las dependencias se filtraron por los pisos de madera y alfombras, tanto del local comercial, como de los departamentos ubicados sobre San Martín 648.
“Desde antes del año 1950 que vivimos en este lugar y nunca antes nos había pasado algo así, como lo del miércoles y lo de hoy (por ayer)”, le dijo a Diario Patagónico y agregó que “alguna vez se ha inundado el patio con las lluvia fuertes, pero jamás ingresó agua de cloaca a la propiedad”.
Su caso no fue el único porque en el kiosco Bumper ocurrió lo mismo tanto el miércoles como ayer y su propietario se lamentaba por la gran cantidad de mercadería que había sido mojada por el agua servida.
La puerta del negocio se mantuvo abierta y sola salía la correntada hacia la vereda buscado una escapatoria hacia el nauseabundo río que se formó junto cordón cuneta, el cual continuó su cauce hacia Mitre para descender hasta la primera boca de tormenta.
De la tapa ubicada sobre la vereda opuesta, cerca de la Farmacia Argentina, también brotaron los líquidos, aunque allí también salieron sólidos a la superficie y todo se unió, en el cruce peatonal de Mitre y San Martín, a una sola correntada.
El desastre comenzó poco después de las 11:30 y al advertir los vecinos que nadie les atendía el reclamo salieron a pedir colaboración a los medios de comunicación. A las 14, desde la SCPL se le confirmó a Diario Patagónico que una cuadrilla del área correspondiente se dirigía a verificar el desperfecto, puesto que no se había recibido reclamo alguno.