Detienen al capo del cártel de Tijuana mientras veía partido

De acuerdo con las primeras versiones, Sánchez Arellano fue arrestado el lunes en la norteña ciudad de Tijuana cuando estaba viendo el partido que México ganó ante Croacia por 3-1 en el Mundial de fútbol Brasil 2014.

Las autoridades de México detuvieron al líder del cártel de Tijuana, Fernando Sánchez Arellano, alias El Ingeniero, quien figuraba en la lista de narcotraficantes más buscados de ese país, con una recompensa que excedía los 2 millones de dólares, informaron ayer medios locales.
De acuerdo con las primeras versiones, Sánchez Arellano fue arrestado el lunes en la norteña ciudad de Tijuana cuando estaba viendo el partido que México ganó ante Croacia por 3-1 en el Mundial de fútbol Brasil 2014.
Sánchez Arellano figuraba en la lista de narcotraficantes más buscados por la Procuraduría General de México, con una recompensa de 30 millones de pesos, unos 2,3 millones de dólares.
Del operativo de detención participaron agentes del Ejército y de la Procuraduría, y Sánchez Arellano será trasladado desde Tijuana a la subprocuraduría especializada en delincuencia organizada de la Ciudad de México.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó en mayo del año pasado su inclusión en la lista “Kingpin”, que implica el congelamiento de cualquier bien o activo suyo en territorio estadounidense, además de la prohibición a ciudadanos de su país de realizar transacciones comerciales con él o sus empresas.
El detenido es señalado desde 2009 por el Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA) como el líder de la “nueva generación” del clan familiar de los Arellano Félix, también conocido como el cártel de Tijuana.
El Ingeniero, que ejercía un papel técnico y especializado en la banda, es hijo de Enedina Arellano Félix, una de las integrantes del clan de diez u once hermanos fundadores del cártel de Tijuana.
Es sobrino de Benjamín, Eduardo, Francisco Javier, Francisco Rafael y Ramón Arellano Félix, todos líderes detenidos o abatidos en los últimos años.
El liderazgo del cártel que monopolizó las rutas de tráfico de drogas durante más de 20 años a través de Tijuana comenzó a desmoronarse en 2002, cuando en un tiroteo en Sinaloa murió Ramón Arellano, quien se encargaba de mantener la disciplina interna y de las ejecuciones de adversarios.
Por otro lado, Benjamín Arellano fue arrestado en 2002 en México y extraditado en 2011 a Estados Unidos, que lo reclamaba por considerar que el cártel de Tijuana dominaba el tráfico de droga hacia Estados Unidos.
En 2006 el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos capturó en una embarcación pesquera frente a las costas mexicanas a Francisco Javier, quien había asumido la conducción de la organización tras la muerte de Ramón y el arresto de Benjamín.
Según el entonces jefe de inteligencia policial de México, Facundo Rosas, con su arresto “la generación de los hermanos que dieron forma a este grupo criminal ya quedó disuelta” porque manejaba las finanzas de la organización e intervenía en todas las decisiones.
El cártel de Tijuana llegó a controlar el flujo de cocaína, marihuana y otras drogas hacia Estados Unidos a través de Tijuana y Mexicali, en el noroeste de México en la década del 90.
La captura de este capo ocurre en medio de una nueva oleada de violencia en Tijuana, localizada en el estado de Baja California y fronteriza con la ciudad de San Diego (Estados Unidos). 

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