Detuvieron a empresarios por romper la delación en la que acusaron a Temer

El magnate Joesley Batista, dueño del mayor frigorífico del mundo, JBS, y el gerente general de su empresa, Ricardo Saud, se entregaron ayer a la policía de Brasil, acusados de ocultar informaciones en su delación premiada, en la cual, a cambio de la libertad, confesaron haber corrompido al presidente Michel Temer y a gran parte de los políticos de Brasil.
Joesley Batista y Ricardo Saud se entregaron en la sede de la Policía Federal en San Pablo, informó uno de sus abogados.
Los ejecutivos estarán detenidos por una semana por orden del juez del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) Edson Fachin, a pedido del fiscal general, Rodrigo Janot, quien había firmado un acuerdo de delación premiada con Batista y Saud que provocó una denuncia por corrupción contra Temer, el primer jefe del Estado acusado formalmente durante el ejercicio del cargo.
El caso gana relevancia sobre todo por los coletazos que puede tener la delación premiada, herramienta legal vigente desde 2013, en la Operación Lava Jato, que basó su investigación en beneficios para delincuentes confesos a cambio de que apuntaran sus cañones a personas con responsabilidades en la estructura del Estado.
Antonio Carlos de Almeida Castro, un penalista conocido como Kakay y abogado de Batista y de Saud, acusó al fiscal general de "falta de lealtad" con el grupo JBS.
"Los delatores cumplieron toda la parte del acuerdo; este caso es uno más que pone en duda la efectividad del instituto legal de la delación premiada", comentó el abogado, quien dijo que puede ser un precedente para romper otros acuerdos.
Cuatro exdirectores de Petrobras que cobraban coimas hicieron acuerdos de delación, así como ejecutivos de las constructoras Odebrecht, Camargo Correa, OAS y UTC.
El nuevo elemento que cambió la estrategia del fiscal general fue un audio que accidentalmente fue entregado a la fiscalía por la defensa del frigorífico, en el cual Saud y Batista, durante cuatro horas, decían que habían omitido informaciones al contar los detalles de su delación.
"Se impone la prisión temporaria por la práctica sistemática de delitos contra la administración pública y lavado de dinero", indicó la resolución del juez Fachin.
El magistrado no incluyó en la orden de captura al exfiscal Marcelo Miller, quien era asesor de Janot hasta febrero, cuando renunció y pasó a asesorar a Batista y a JBS en la delación premiada que terminó con la denuncia por corrupción contra Temer.
Fachin apuntó a la "mala fe" de los delatores y por eso determinó que para evitar una obstrucción a la justicia se sometan a la prisión temporaria, de una semana.
El caso provocó el debilitamiento político de Janot, al que Temer acusó de atentar contra la democracia por haberlo denunciado por corrupción pasiva luego de supuestamente recibir una valija con 160.000 dólares a través de un asesor.
Batista grabó clandestinamente al presidente el 7 de marzo en el Palacio del Jaburu, residencia oficial en Brasilia, cuando hablaban supuestamente de comprar el silencio de dos detenidos cercanos al presidente, el ex jefe de diputados Eduardo Cunha y el 'banquero' ilegal del gobernante PMDB Lucio Funaro.
Sobre la base de la delación de Funaro se espera que Janot, antes de dejar su cargo el domingo próximo, denuncie nuevamente esta semana a Temer, con lo cual deberá volver a someterse la acusación a la Cámara de Diputados, que puede suspender, en caso de aceptarla, por seis meses del cargo al jefe del Estado.
En la primera denuncia, el oficialismo logró imponerse y le dio sobrevida al mandatario.
Pero esta semana será clave también porque, además del fin del mandato de Janot, el miércoles, en Curitiba, declarará en la operación Lava Jato ante el juez Sérgio Moro el ex presidente Luiz Inácio Lula da SIlva.
La declaración del exsindicalista en el proceso en el cual se investiga la frustrada cesión de un terreno de Odebrecht al Instituto Lula se dará luego de que el exmandatario sufriera un duro revés con la declaración de Antonio Palocci, su ex ministro de Hacienda.
Palocci, preso y condenado a 12 años de prisión por Moro, negocia un acuerdo de delación premiada y vinculó un acuerdo de corrupción para financiar al PT entre Lula y Emilio Odebrecht, patriarca del grupo Odebrecht y también delator de la justicia.
La declaración de Palocci puede impactar en las aspiraciones de Lula de regresar a la puja electoral el próximo año, siempre y cuando no reciba una confirmación de su condena por nueve años y medio de prisión por un tribunal de segunda instancia, lo cual lo dejaría fuera de carrera.
El domingo próximo asumirá en la procuración general Raquel Dodge, elegida por Temer para reemplazar a Janot.
También puede haber novedades en los próximos días si declara el amigo de Temer y exministro de Gobierno Geddel Vieira Lima, detenido el miércoles luego de que se encontraran 16 millones de dólares con sus huellas digitales en valijas y cajas dentro de un departamento en Salvador, Bahía.

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