Diez detenidos en el Centro

Dos chicos de 15 años y uno de 14 fueron detenidos a la 1:30 de ayer en la calle Rivadavia, entre 25 de Mayo y 9 de Julio. Varias personas habían observado que los menores -cuyas iniciales son J.C, A.C y A.L- exhibían un arma por lo que se comunicaron al Comando Radioeléctrico.
El trío fue interceptado a pocas cuadras del lugar con un revólver calibre 38, con varios proyectiles, y un estéreo cuyo dueño hasta ayer todavía era desconocido. Luego de que se les notificó a los padres los menores recuperaron su libertad, aunque se dejó constancia de que habían incurrido en el delito de portación ilegal de armas.
A las 3:45, en tanto, se detuvo a Abel Aranda, de 19 años, y a Fernando Rosendy, de 18, que habían destrozado uno de los vidrios de una camioneta F-100 que su propietario había dejado estacionada en la calle Italia al 800.
Como el sistema de alarma del rodado se encendió de inmediato, los ladrones iniciaron una carrera que, en rigor, no se prolongó más allá de unas cuadras. Fue entonces que pasaron a ocupar el anoche poblado calabozo de la Seccional Primera acusados de robo en grado de tentativa.
A esa misma hora, los residentes de las calles Dorrego y España pidieron auxilio porque aseguraron que un grupo de personas había intentado ingresar a un Peugeot 206.  También a los pocos metros se apresó a Rafael Aynol, de 20 años, integrante de un conocido clan de cleptómanas, junto a dos menores de 17 años cuyos iniciales son Z.E y A.H.
Al momento de ser interceptados se les confiscó un estéreo que después se comprobó que era del Peugeot. Como sus otros compañeros de celda, la acusación fue de robo en grado de tentativa.
A las 5, mientras tanto, Juan Zucco se encontraba terminando la noche frente a uno de los cines del Centro cuando en un momento de distracción dos personas lo tomaron por el cuello y le advirtieron que si no entregaba las pertenencias le dispararían con el arma de fuego con el que le estaban apuntando.
El hombre entregó así su billetera -con dinero en efectivo y tarjetas de crédito-, un teléfono celular y un reloj. Los agentes que fueron a auxiliar a Zucco comenzaron a tratar de dar con sus atacantes, una tarea que les demandó apenas unos minutos.
A pocas cuadras del lugar dieron con Sergio Hernando Arismendi, de 23 años, y Luis Sebastián Barrientos, de 20, ambos con amplios ingresos y egresos de distintas comisarías. Los hombres no alcanzaron a deshacerse del botín por lo que Zucco pudo recuperar a los pocos minutos lo que era suyo. Aunque buscaron, los agentes no encontraron el arma con que lo habían amenazado. Por esta causa quedaron acusados de robo en grado de tentativa.