Economía evaluará un plan de competitividad con textiles

Las autoridades del Ministerio de Economía y los empresarios de la cadena textil se reunirán antes de que finalice enero con el objetivo de conocer las necesidades del sector y consensuar, bajo la tutela de la Secretaría de Industria, un programa de competitividad que dé mayor impulso a la actividad.

Buenos Aires (Télam)
En el Palacio de Hacienda buscan convocar a todos los representantes del sector -muchos se encuentran de vacaciones-, mientras que desde las cámaras ya tienen preparados los pedidos y propuestas que explicitarán en el encuentro al titular de Economía, Martín Lousteau.
La reunión se enmarcará en la iniciativa que lleva a cabo Economía de conocer de boca de sus propios protagonistas la situación de las principales cadenas de valor y así diseñar entre el sector público y privado una estrategia para cada actividad.
Esta política comenzó el mes pasado con reuniones con las terminales y autopartistas y con el sector agroindustrial.
El vicepresidente de la Cámara Industrial de la Indumentaria, José Ignacio de Mendiguren, aseguró a Télam tener ya preparada la propuesta de su sector.
El grueso del proyecto de este eslabón de la cadena textil estará vinculado a medidas que alienten la formalidad del sector, donde el trabajo en negro llega en la actualidad a 78%. «Estamos trabajando para presentar un programa que, con el apoyo del gobierno, pueda bajar 30 puntos básicos la informalidad», dijo De Mendiguren, presidente además de la Federación Argentina de la Industria de la Indumentaria y Afines.
Otros puntos que urgen al sector son la necesidad de un mayor control sobre el comercio externo ilegal -a través del contrabando y la subfacturación de mercaderías-; la capacitación de la mano de obra; y el abastecimiento de insumos básicos para la confección.
Sobre el último punto, cabe destacar que en 2007 el sector indumentaria transformó más 600 millones de dólares de insumos importados.
De Mendiguren informó que mañana se reunirá en carácter de vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), con el secretario de Industria, Fernando Fraguío, para transmitir la experiencia de la entidad fabril de cara al diseño de «un plan de competitividad».
El presidente de la Fundación ProTejer, Aldo Karagozian, por su parte, dijo en un contacto telefónico con Télam que antes de salir de Buenos Aires, hace diez días, «ya había sido contactado para la reunión».
Añadió que, si bien no tiene un documento preparado para su presentación, las propuestas no se distancian demasiado de lo que ya venían reclamando. «Es muy difícil aunar las necesidades de un sector que nuclea a unos 460 mil actores, que van desde el agro hasta el comercio, pero está claro que la principal amenaza es la importación ilegal de prendas», aseguró.
El directivo textil apuntó entonces sobre «los precios viles a los que se realizan algunas importaciones afectan a toda la industria, a pesar de descansar en la confección». Karagozian coincidió con De Mendiguren en la necesidad de estimular la producción de algodón, que actualmente apenas alcanza para abastecer al mercado local, situación que, en muchos casos, obliga a importar.
El titular de ProTejer adelantó también que «volverán a presentar un proyecto para una nueva ley de trabajo a domicilio -la actual data de hace 60 años- para combatir el empleo en negro.
Más allá de los pedidos que harán los protagonistas del sector textil, la carta de presentación será el excelente momento de la actividad, que durante 2007 exportó por un promedio de 33 mil dólares la tonelada, mientras que el promedio de la economía fue de 400 dólares.

Exporta a un promedio de U$S33 mil la tonelada
La industria textil se convirtió en 2007 en uno de los sectores que mayor valor agregó a las ventas externas, al exportar por un valor de 33 mil dólares por tonelada, muy por encima de los 400 dólares que promediaron los envíos del conjunto de los sectores económicos.
Favorecidos por una gran receptividad en Brasil, Italia y varios países de Oriente, los diseños «made in Argentina» se convirtieron en uno de los productos exportados con mayor valor agregado de la actividad industrial.
En los últimos cuatro años el sector creció exponencialmente y duplicó su nivel de actividad, impulsado por el aumento de la demanda externa.
Esto permitió sumar nuevos mercados para sus exportaciones y alcanzar la inédita cifra de 127 países que eligen los artículos argentinos por su calidad y diseño. «Sólo el sector de indumentaria exportó 200 millones de dólares el año pasado», precisó a Télam el presidente de la Federación Argentina de la Industria de la Indumentaria y Afines, José Ignacio de Mendiguren.
Según estimaciones del sector, la venta de manufacturas textiles realizó un aporte de 13.800 millones de pesos al producto interno bruto (PIB), de los cuales unos 2.000 millones corresponden a exportaciones de toda la cadena.
A pesar del fuerte incremento de la producción, la capacidad instalada no sufrió modificaciones y permanece en torno a 80%, como consecuencia de las constantes inversiones que se realizaron en la actividad. El titular de la Fundación ProTejer, Aldo Karagozian, estimó por su parte, a fines del año pasado, durante un contacto con Télam, que el crecimiento de la inversión durante 2007 se ubicó en el orden del 15% y 20%.
Como rasgo distintivo, «la Argentina, a diferencia del resto de los países de la región, tiene toda la cadena integrada: desde el agro, con la producción de algodón, hasta la confección de marcas», explicó el titular de la Fundación que aglutina a todos los rubros del sector.

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