Tuvo lugar ayer la segunda jornada del juicio donde el Tribunal Oral Federal en lo Penal (TOF) de Comodoro Rivadavia, compuesto por los jueces Enrique Guanziroli, Alejandro Ruggero y Mario Reynaldi, debate la responsabilidad penal de los presuntos integrantes de una banda narco dedicada a fabricar, transportar, distribuir y comerciar estupefacientes.
Tal como publicó de manera exclusiva ayer El Patagónico, el fiscal ante el TOF, Mariano Sánchez, busca probar que Silvio Espinoza Espinoza y Rosario Relos Mamaní son los principales cabecillas de la organización.
En un allanamiento efectuado el 8 de agosto de 2016 a la vivienda de la pareja, en Ingeniero Budge, partido bonaerense de Lomas de Zamora, la policía encontró una cocina para fabricar estupefacientes. Allí se secuestró cocaína en polvo y también en forma de tizas, al igual que precursores químicos, prensas, cilindros y elementos para empaquetar dichas tizas.
COCAINA EN MOCHILAS
Según la imputación, entre agosto de 2015 y agosto de 2016, Espinoza, a veces en compañía de Relos Mamaní y en ocasiones junto a otras personas, comercializaba tizas de cocaína en combinación con sus punteros, procedentes de Comodoro Rivadavia.
Estos sospechosos fueron identificados por el fiscal como Franco Nicolás, Hugo Fernando y Néstor Rubén Espíndola Icardi; junto a Luis Alberto Servanty, alias “Calculín” quien a su vez tenía como puntero a Roberto Javier Fabero.
En Puerto Madryn, mientras tanto, los distribuidores eran Walter Marcos Paz y Raúl Alberto Aldauc, quienes vendían al menudeo en sus propios domicilios, con la realización pasamanos y a modo de “delivery”, expresa la acusación.
En otra vivienda que Espinoza y Relos Mamani tenían en Puerto Madryn se encontraron cinco fajos de dinero, de 10 mil pesos cada uno, y un bolso con 17 kilos de clorhidrato de cocaína en forma de tizas distribuidas en 18 envoltorios de papel recubierto con cinta adhesiva.
En la primera jornada del juicio, durante la indagatoria, Espinoza reconoció el comercio de estupefacientes. Dijo que le vendía “a algunos”. Trató de despegar a su pareja de la responsabilidad del comercio. Dijo que la mujer solo se quedaba a cuidar la vivienda de Ingeniero Budge. La imputada, Rosario Relos Mamani, ayer estuvo presente en el debate a través de una videoconferencia desde la Unidad Penitenciaria Penal 4 de Ezeiza.
Ayer se añadió prueba documental, como las actas del hotel de Comodoro Rivadavia en donde se alojaban los imputados, actas de seguimiento y audios, además de órdenes de allanamiento y requisa a vehículos.
También declararon diez testigos, todos de ellos policías, así como el segundo jefe de la división de la Brigada de Drogas Peligrosas de la Policía del Chubut, Andrés Avila, que estuvo a cargo de varios allanamientos en agosto de 2016 y quien comandó los seguimientos.
Al final de su declaración, el comisario recordó que tanto Espinoza, como Servanty, Aldauc y Paz ya fueron condenados por estupefacientes y que coincidieron en sus penas todos en la Unidad Penal 6 de Rawson.
Los efectivos policiales dieron cuenta ante el tribunal sobre los seguimientos que efectuaron y los desplazamientos de los acusados durante la investigación.
Los seguimientos y las imágenes que se sumaron al debate dan cuenta que Espinoza y Relos Mamani llegaban a Comodoro Rivadavia con dos mochilas llenas. Para el fiscal Sánchez hacían la descarga de droga en esta ciudad y se iban.
Para hoy se prevé que brinden su testimonio cuatro testigos que resta que declaren, para luego comenzar con los alegatos.
Uno de los prófugos de la banda es Orlando Relos Mamani, hermano de la pareja de Espinoza. Este hombre tiene captura recomendada ya que en la investigación quedó establecida su presunta participación en la banda.