El acusado de un homicidio no cumplía el arresto domiciliario

Juan Carlos García está imputado de asesinar de 15 puñaladas a Segundo Burgos Solís, cuando el 1 de diciembre de 2013 dormía en su domicilio del barrio San Cayetano. El pasado 6 de junio la justicia extendió su arresto domiciliario, pero ayer protagonizó un incidente en la vía pública.

Durante la madrugada de ayer los efectivos de la Seccional Cuarta fueron alertados por la actitud sospechosa de una pareja que discutía detrás de un vehículo estacionado sobre la avenida Juan XXIII y Quichuas.
Los vecinos pensaban que intentaban robar en el automóvil y con la llegada de los efectivos se constató que se trataba de una pelea de pareja. Lo curioso fue que uno de los uniformados reconoció al sujeto de 31 años y que además conocía su situación procesal.
Es que García debía permanecer en su casa de la calle Soldado Almonacid 762 tras extenderse el beneficio del arresto domiciliario que se le impuso el pasado 6 de junio, y se encontraba en otro sector del barrio Ceferino. Por desobediencia a la medida judicial impuesta, fue detenido y luego conducido a la dependencia policial.
La Oficina Judicial dispuso que a las 10 de hoy tendrá lugar la audiencia de control de detención, donde seguramente la Fiscalía pedirá a la justicia que sea revocada la prisión domiciliaria.
Hay que recordar que el detenido, apodado “Pacha”, está imputado por el homicidio de Segundo Florentino Burgos Solís, un albañil de 35 años que se crío en el barrio San Cayetano y que era muy apreciado por sus vecinos.
El acusado conocía a la víctima e incluso lo había amenazado de muerte días antes. La investigación sostiene que Burgos Solís habría sido testigo del momento en que García le prendía fuego a la casa de su ex pareja.
El albañil le habría contado a la mujer lo sucedido y García habría decidido tomarse venganza. El hombre contaría con numerosos antecedentes de violencia de género por golpear a su ex mujer, así como por provocar incidentes en el barrio, sobre todo cuando se alcoholizaba.
Según la acusación, García fue visto cuando abandonaba la casa de la víctima, ubicada sobre la calle código 558 casi esquina Código 554, donde habría ingresado por la fuerza en compañía de otros tres sujetos.
En esos momentos Burgos dormía y fue atacado con saña. Recibió al menos 15 puñaladas en distintas partes de su cuerpo. Bañado en sangre y malherido, alcanzó a salir a la vereda para pedir ayuda. Un vecino lo asistió y ayudó a cargarlo a un patrullero que lo trasladó hasta la guardia del centro asistencial.
Tras agonizar 8 horas, falleció debido a las graves heridas que recibió, sobre todo en la cabeza y en un pulmón, indicó el informe médico.

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