Carolina Gaya es la única testigo del homicidio. Ella vio la fisonomía del encapuchado que mató a Domingo Expósito, el “Padre coraje” como lo llamaban en su natal España, donde habían hecho recitales y colectas a beneficio para que pudiera viajar a la Argentina y recuperar a su hija que había sido traída a Comodoro Rivadavia por su ex pareja.
“Estoy con mucho miedo”, reveló Gaya a Diario Patagónico, quien desde la noche del crimen cuenta con custodia policial. Pero igual quiso narrar lo que vivió porque cree necesario hacerlo público para que haya justicia.
La noche del miércoles Carolina, su hijo de 4 años y Domingo volvían al domicilio del barrio 13 de Diciembre donde vivían. “Llegamos, logramos estacionar el auto y en el lugar vimos un auto que ya era conocido para nosotros. Un auto que hemos visto muchas veces estacionado afuera del domicilio de la madre de la nena. Y nos resultó bastante extraño. No sospechamos que iba a bajar una persona encapuchada con un arma apuntando a Domingo y sin darle tiempo a nada”, sostuvo.
Gaya bajó con su hijo en brazos y se escondió detrás de una camioneta. Escuchó cinco disparos y pensó que el asesino volvía por ella y su hijo. No hubo discusión. Domingo preguntó “¿Qué pasa?” Y lo ejecutaron. El encapuchado se subió al Volkswagen Gol Power y se fue.
Hace dos semanas, ambos habían ido al domicilio de su ex pareja –ubicado en la zona céntrica-, esperanzados en que a Domingo lo dejaran reencontrarse con su hija de 6 años a quien llevaba cuatro meses sin ver. Sin embargo, “bajaron dos hombres y le dijeron que subiera al domicilio”.
Domingo les dijo que no quería tener problemas, que sólo quería ver a la nena un rato. “Y le dijeron ‘subís o te vas’, se acercaron como para agredirlo, pero no lo agredieron y él se fue” sin ver a la niña para evitar problemas.
Gaya describe que “la cara (del asesino) yo no la llegué a ver porque estaba en el auto, pero la fisonomía de uno de los hombres es muy similar a la fisonomía del que disparó”, señaló.
AMENAZAS
Gaya dice que ella también recibía “mensajes provocativos por parte de la madre de la nena. Yo no sé, no voy a acusar. Domingo no tenía enemigos, lo quería todo el mundo. Era una buena persona, un buen papá; es imposible que alguien le quiera hacer daño, si el único problema que tenía era con la madre de la nena”.
Cuenta que en los últimos cuatro meses le llegaban mensajes a Domingo y a ella por parte de la ex pareja de éste. “No vas a ver más a tu nena, no llames más, no vengas más. A mí también me mandaba mensajes… ‘te vas a quedar solita’. Pero amenazas de muerte nunca. Nunca nos imaginamos que iba a descender de ese auto un hombre encapuchado con un arma e ir directamente a él, no nos dio tiempo a nada. Lo dejaron tirado como un perro”, lamentaba ayer la única testigo del crimen.
Explicó que en la última audiencia en esta ciudad para pedir la restitución de la nena, Domingo había expuesto el audio que tenía de una amenaza y que su abogado en España ya contaba con esa prueba. “Ella en audiencia le manifestó que las grabaciones a él no le iban a servir de nada. Muy segura lo dijo. Sinceramente esto nos tomó de sorpresa a todos. Nunca nos imaginamos que esta situación podía terminar así. No acuso a nadie, solo cuento lo que vivimos, todo apunta al mismo lugar”, sostuvo.
Con respecto a los tiempos judiciales para lograr la restitución de la niña, en opinión de Gaya “esto pudiese haberse resuelto antes” y no tener un final trágico.
“Yo quiero que se haga justicia, y la familia de ellos allá también. Es el menor de cinco hermanos, una familia humilde, buena gente, que lo único que quieren es que esa nena regrese a su centro de vida que es España”, expresó.
Y dirigiéndose a la ex pareja de Domingo dijo: “yo como mamá lo único que le puedo decir es que piense en su nena. Y preguntarle si sabe algo, si ella tiene algo que ver con esto. ¿Por qué? ¿Por qué?”, concluyó Carolina.