El secretario municipal de Infraestructura, Abel Boyero, hizo mención ayer a la caída de una gran piedra en el Rincón del Diablo, que terminó impactando en una vivienda que se encuentra ubicada en terrenos usurpados. “La persona que habitaba en el lugar estaba notificada y reconoce, inclusive, que se le había advertido que se tenía que ir e hizo caso omiso y por gracia de Dios hoy no tenemos que lamentar víctimas”.
En cuanto a la obra de aterrazamiento, señaló: “se viene ejecutando desde hace casi dos años, en distintos lugares del cerro Chenque y cuando la misma iba avanzando y acercándose al Rincón del Diablo, se hizo un trabajo en conjunto con la Secretaría de Tierras para hacer un relevamiento de toda esa zona, que presenta un alto riesgo en condiciones normales y más aún con la ejecución de la obra”.
“Por más precauciones de seguridad que se tomen, por más que se coloquen vallas, es imposible contener las grandes piedras por la energía que contraen cuando empiezan a caer”, indicó el funcionario.Añadió que “por tal motivo se relevó el área previamente y se le planteó a la gente que estaba ocupando ilegalmente ese lugar que debían ubicarse en otro. Hubo gente que tomó esto con seriedad y se reubicó y otra gente que hizo caso omiso, como por ejemplo esta persona que por suerte sufrió sólo daños materiales y no físicos”.
En tanto, al hacer mención a la permanencia ilegal de personas en la zona, Boyero informó: “momentáneamente la obra en el sector se va a paralizar, hasta que la gente realmente tome conciencia de que se tiene que ir. No obstante, -subrayó-, se va a continuar con los trabajos en otros frentes”.
REUBICACION
En lo relativo a la reubicación de quienes cumplan con los requisitos, sostuvo: “desde el municipio estamos tomando una posición muy humana en tratar de encontrar una solución para aquella gente que sea plausible de ser reubicada, pero tienen que poner también parte de sí y tomar conciencia que los riesgos de quedarse en ese lugar son muy grandes. El lugar no es habitable, por eso el municipio no entregó tierras, pero la gente ocupó ilegalmente sin tener en cuenta los grandes riesgos a la vida humana”, enfatizó.
“De las 37 familias que tenemos relevadas en el lugar –detalló-, solamente alrededor de 15 están en condiciones de ser trasladadas, por lo que cuando mejoren las condiciones del tiempo van a ser reubicadas en la manzana J de la Fracción 14”, agregó el secretario de Tierras, Alberto Parada.
En referencia a las 23 familias restantes, el secretario señaló que “son usurpadores y algunos de los que están viviendo ahí no tienen ni siquiera los años de residencia en la ciudad, siendo la gran mayoría gente que vino del norte del país y extranjeros”.
En cuanto a la metodología de trabajo a implementar en el sector, Parada aseveró: “vamos a reubicar a los que cumplen con los requisitos y el resto se va a tener que ir, si no los vamos a tener que sacar. No nos gusta hacer estas cosas, pero por la salud de la gente misma, no podemos dejarla ahí”.
TAREAS FRENADAS
Boyero se lamentó de que se deba parar la obra, ya que es de suma importancia para los comodorenses, pero también resaltó que es imposible continuar con los trabajos de suelo y de hormigonado que tienen como objetivo estabilizar el talud. “Lamentablemente, hasta que no se vaya esa gente de ahí y estén dadas las condiciones de seguridad como para poder continuar con la obra no lo vamos a poder hacer”, concluyó.