Hasta última hora del miércoles, el bono de YPF para ahorristas minoristas había cosechado más de $100 millones en compras. El título, que tuvo una emisión inicial de $50 millones, se ampliará en forma automática hasta los $150 millones. Ayer fue el último día para adquirirlo.
El lunes, el primer día de la puesta en marcha, hubo compras por más de $20 millones, mientras que martes y miércoles los pedidos ascendieron a $40 millones cada día. La expectativa de la empresa es llegar hoy al tope de la ampliación. Usualmente, en este tipo de instrumentos de ahorro centrado en la clase media, la última jornada suele mostrar los mayores niveles de ingreso de bonistas.
Para atraer público, YPF le sumó a esta iniciativa una tasa fija del 19% más un plus de un punto porcentual más de ganancia por cada punto que crezca la producción de crudo y gas de la compañía. Así las cosas, y si se considera que la perspectiva de YPF es mejorar un 5% su producción, el bono podría llegar a pagar una tasa máxima del 24 por ciento.
Los títulos locales y el endeudamiento externo de la firma apuntan a revertir los problemas de producción y de ingreso de inversiones que padeció YPF en los tiempos de Repsol y los Eskenazi. En este sentido, y luego de anunciar cambios fiscales para las empresas petroleras (ver aparte), las provincias productoras de hidrocarburos apoyaron políticamente a YPF y se comprometieron a fortalecer el trabajo con la compañía que conduce Miguel Galuccio. “Con YPF mantenemos diálogos constantes, y creemos que la empresa va a recibir nuevos capitales”, detalló el gobernador de Chubut, Martín Buzzi, a este diario y ponderó “la mejora externa que logró la compañía, con temas como, por ejemplo, el bono mayorista por U$S500 millones”.
- 20 diciembre 2013