El debate presidencial en Chile estuvo marcado por las acusaciones cruzadas

Uno de los momentos de máxima tensión de ayer llegó cuando el candidato independiente Alejandro Navarro se refirió a un crédito que el derechista Sebastián Piñera recibió del Banco del Estado para financiar su campaña electoral. Le espetó que era odioso que "a un multimillonario le preste plata el Banco Estado", tras lo cual le lanzó monedas mientras decía: "¿Quiere plata? Ahí tiene". El expresidente respondió que a algunos "les sale el odio por los poros, y eso no es bueno para ser presidente".

Los ocho candidatos a la presidencia de Chile se enfrentaron ayer por segunda vez en un debate que se prolongó por más de dos horas, y que estuvo marcado por un tono agresivo, con intercambios constantes de acusaciones.

Todos los candidatos para la primera vuelta del domingo 19 de noviembre se presentaron en el debate organizado por la Asociación de Radiodifusoras de Chile (Archi): el derechista y expresidente Sebastián Piñera, de Chile Vamos; el oficialista Alejandro Guillier, la periodista del bloque de izquierda Frente Amplio Beatriz Sánchez, la demócrata cristiana Carolina Goic, el pinochetista independiente José Antonio Kast, el progresista Marco Enríquez-Ominami, el izquierdista Eduardo Artés y Alejandro Navarro, reconocido defensor de los derechos de los pueblos originarios.

Piñera, el candidato mejor colocado en todas las encuestas de intención de voto, hizo referencia a los constantes ataques recibidos por parte de sus rivales y declaró: “los candidatos que saben que no van a ganar dicen cualquier cosa para aparecer en la prensa, tienen que aparecer atacando al candidato que va ganando”.

El exmandatario mantiene más de 40% de adhesión en todas las encuestas, aunque ese porcentaje no le alcanza para ganar en primera vuelta (en Chile se necesita la mitad más un voto) y deberá buscar el triunfo en el balotaje, cuatro semanas después.

Uno de los momentos de máxima tensión llegó cuando Navarro dijo, en referencia a un crédito para financiar la campaña que recibió Piñera, que era odioso que “a un multimillonario le preste plata el Banco Estado (Banco del Estado de Chile)”, tras lo cual procedió a lanzarle monedas mientras decía “¿Quiere plata? Ahí tiene”. El expresidente respondió que a algunos “les sale el odio por los poros, y eso no es bueno para ser presidente”.

Sánchez, que se encuentra en tercer lugar en las encuestas de intención de voto, le preguntó a Piñera por su postura frente a una acusación judicial por corrupción que pesa sobre Pablo Longueira, exministro de Economía durante el mandato del candidato derechista.

El expresidente respondió que si Longueira era declarado culpable sería el primero en condenarlo, pero que si era declarado inocente le pediría explicaciones a la misma Sánchez. Enríquez-Ominami, quien se presenta por tercera vez como candidato a presidente, tildó de irresponsable a Guillier (segundo en las encuestas) por no llamar a la unidad de la centroizquierda, y lo acusó de estar “moralmente impedido para ser candidato” por ese sector por haber llamado a votar por Piñera en una entrevista en el año 2008.

Guillier valoró positivamente la actitud de Piñera, quien el jueves lo desvinculó de un caso de narcotráfico que salpica a la comuna de San Ramón, en la capital chilena, y que fue asociado a su candidatura ya que en ese sector se recolectaron firmas para su presentación como candidato.

En medio de la polémica generada por esos supuestos vínculos entre el narcotráfico y la candidatura de Guillier, Kast aseguró haber entregado un test de drogas para los demás candidatos y los impulsó a utilizarlo. Navarro, entonces, instó al pinochetista a que se hiciera un “test de Derechos Humanos”.El próximo debate presidencial se realizará el 6 de noviembre y será organizado por la Asociación Nacional de Televisión (Anatel).

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