En septiembre de 2011, Pablo D’Horta se desempeñaba como suboficial de policía en Puerto Pirámides, villa en la cual el excomisario Juan Manuel Caimi planeó el robo del cajero de Banco del Chubut y lo convocó. El delito no se concretó porque Caimi convocó a otro policía que esa madrugada del 2 de septiembre de 2011 estaría de guardia en la comisaría de la villa turística y que fue finalmente quien los delató. DHorta fue imputado por asociación ilícita, acusado y condenado por ese delito, pero en instancias superiores el fallo se modificó y la calificación jurídica por la cual se lo condenó fue la de robo en poblado y en banda, bajo la modalidad de delito imposible. La pena que se le impuso fue de 2 años y 3 meses de prisión, la cual se torna excarcelable. Lo único que faltaba era que quedara firme el fallo y ello ocurrió el año pasado.
A todo esto, DHorta buscó cambiar su vida y en 2014 se recibió de licenciado en Gestión de Políticas Públicas y además sus conocimientos en diseño de Autocad le permitieron, hace cuatro años, acceder al puesto que se requería en el Colegio Politécnico 703 José Toschke de Puerto Madryn.
“UNO TRATA DE HACER UNA VIDA NUEVA”
Según publicó el diario Jornada en su edición de ayer, después de tres años desarrollando proyectos, el Ministerio de Educación lo exoneró porque es una mala imagen y perjudica la función. “Pensábamos que ya estaba todo terminado.
Cuando ya uno piensa que lo pasado pisado y trata de hacer una vida nueva para tratar de recuperar la dignidad y todo lo que se había perdido en su momento, otra vez este baldazo de agua fría, declaró DHorta en el artículo que publica el diario de valle. Allí se conoció que por medio de una carta documento que le fue remitida en los últimos días, el Ministerio de Educación le comunicó que lo exoneraban del cargo docente que ocupaba en el Politécnico 703.
El motivo está relacionado con su pasado delictivo y por entender que su conducta perjudica la moral y afecta el prestigio y decoro de la función.Lo ilógico de esta carta es que después de cuatro años de haber estado trabajando en la escuela técnica, realizando distintos proyectos y tratando de cambiar lo que se venía haciendo, recién ahora y después de todas las cosas buenas que se hicieron, se acordaron que soy una mala imagen y perjudico la función, sostuvo el expolicía devenido en docente.
Lo curioso fue que el Ministerio de Educación reaccionó a partir de la denuncia que radicó una compañera de trabajo del mismo colegio en el que trabajaba DHorta, quien se habría escandalizado porque a su criterio no puede ser que haya un profesor que esté trabajando en la escuela si está condenado.“Yo ya había pagado supuestamente todo lo que tenía que pagar ante la sociedad y ahora aparece esto cuando uno se está reinsertando, tratando de restablecerse en lo laboral y tratando de corregir lo que la gente pensaba de uno, sostuvo.