El Gobierno reclama gestos de buena voluntad

El Gobierno cuestionó ayer duramente el rechazo de los gremios docentes de Río Gallegos a la oferta salarial y el anuncio de un nuevo paro. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, aseguró que la actitud de esos maestros manifiesta «autoritarismo e intolerancia» y que revela que «hay otros intereses».

También, el ministro de Educación Daniel Filmus, pidió una demostración de «buena voluntad» y que vuelvan a dar clases. El conflicto ya lleva 37 días de paro.
«Vemos la decisión con preocupación, con inquietud, por esta actitud intransigente que se parece más a una imposición que al producto de un consenso como el que habíamos alcanzando acá en Buenos Aires con los dirigentes de los trabajadores docentes», dijo Tomada en declaraciones a radio Del Plata.
De esa manera se refirió a la propuesta hecha por el Gobierno, tras arduas negociaciones, de subir el salario básico de $161 a $500, el principal reclamo docente en un conflicto que creció de forma impensada en Santa Cruz, con hechos de violencia y el reemplazo de un gobernador.
«Respeto la participación de la gente, pero hay autoritarismo e intolerancia en un asambleísmo que no permite la reanudación del diálogo», sostuvo Tomada al referirse al anuncio de un nuevo paro de 48 horas previsto para el miércoles y jueves de esta semana.
La medida fue resuelta anteanoche en una asamblea de Río Gallegos, que empezó con duros discursos y terminó en un clima de fiesta. Esa moción venció por 522 votos a 327 la que proponía 96 horas. No obstante, la medida debería ser refrendada por la asamblea provincial que sesionaba anoche.
Por su parte, el ministro de Educación, Daniel Filmus, si bien admitió que «aún puede haber puntos donde hay algunas diferencias», entre lo que piden los docentes y lo que ofrecen las autoridades santacruceñas, aseguró que «a esta altura, casi todo lo que ha pedido, el gobierno provincial lo ha dado».
Es por eso que reclamó «demostraciones de buena voluntad», que debe ser «recuperar las clases», que ya llevan más de un mes interrumpidas por el conflicto.
La propuesta salarial contempla además que todos los trabajadores del sector reciban como mínimo un incremento en sus haberes de 200 pesos. Pero, el gremio reclama la devolución «urgente» de los salarios descontados por los días de paro del mes de marzo, un piso para los salarios básicos de 780 pesos y el blanqueo de la suma de 250 pesos por presentismo, que actualmente es fija y no remunerativa.

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