El juego de la tercera posición

 A 215 días de las elecciones primarias, en Chubut hay pocas dudas sobre quiénes serán los dos principales precandidatos a gobernador que estarán en la final de octubre: Martín Buzzi y Mario Das Neves. A ambos no solo los separa casi dos décadas de vida, sino también estilos de gobierno que podrán gustar más o menos a dirigentes que los conocen mejor y a la gente de a pie que solo ve de ellos lo que les muestran cuando hacen campaña, sea en forma tradicional o un poco más aggiornada, como ocurre en los últimos tiempos.

Aunque uno ya fue el hombre con más poder en la provincia –en tiempos de vacas gordas y declarándose fiel soldado de la causa nacional que enarbolaban Néstor y Cristina Kirchner-, quedó evidente que el ostracismo no era para él. Que un político jamás se retira, y menos cuando siente que no solo perdió las riendas en lo formal, sino también en lo real, algo que nunca estuvo en sus planes cuando eligió a su sucesor, cuatro meses antes de las elecciones de 2011.

El actual gobernador, por su lado, avisó hace rato que irá por la reelección, lo cual nadie avizoraba luego de aquella derrota legislativa del Frente para la Victoria de hace dos años. Pero entonces Buzzi mostró cintura de avispa y las cachetadas fueron para Norberto Yauhar, quien pagó la soberbia de creer que solo bastaba con su cargo de ministro nacional y la foto con Cristina para llegar a una banca en el Congreso nacional que hoy ocupa la comodorense Nelly Lagoria viuda de Avila, alguien que ya se daba por hecha en la política tras haber sido concejal y diputada provincial. Por lo tanto su actual cargo es para ella como un bonus track.

De todos modos, ella marca físicamente la presencia de su sector peronista en la Cámara baja del Congreso nacional ya que su compañero de fórmula rara vez aparece por allí, embarcado en su campaña proselitista para la cual no habrá vacaciones. Enero es el mes de las fiestas populares en Chubut y a Das Neves le permite retomar el contacto con habitantes entre los que dejó una buena imagen, justamente por no tener que hacer esfuerzos por parecerse a ellos. Además, acaba de anunciar su lanzamiento formal para el 14 de marzo. Y como no podía ser de otro modo, el sitio elegido es la ciudad de Trelew.

De vacaciones una semana más, en tanto, Buzzi retomará sus Casas Abiertas para recepcionar en mano las demandas de la gente que no encuentra respuestas en los municipios de sus ciudades. A la hora de contar votos, el gobernador confirmará si fue acertada su decisión de evitar intermediarios (léase intendentes) en todo este tiempo.

Si bien terminó el año con tres o cuatro victorias políticas importantes sobre su adversario, Buzzi sabe que no puede dormirse en los laureles y que si bien llevar hipotéticamente a Daniel Scioli como cabeza de lista le sumará más que Sergio Massa a Das Neves, es conciente de que el corte de boleta -no voluntario- hace rato se practica en política cuando un candidato siente que el resto de los nombres le resultarán un lastre.

A Das Neves eso le ocurre hoy con el confidente de la embajada de Estados Unidos y por eso en público también nombra a Mauricio Macri, quien a esta altura ya debe de haber dejado de ser “mi límite”, como dijo alguna vez en campaña presidencial cuando peleaba la interna del Peronismo Federal con Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá.

A todo esto, no está descartada la presentación de Rossana Artero en la interna del Frente para la Victoria. Si finalmente Yauhar la convence y a esta cruzada se suma Néstor Di Pierro, le podrían hacer daño a Buzzi. No descartan que Rafael Williams se suba al tren en la cordillera y que lo propio haga Adrián Maderna en Trelew, si es que no digiere la candidatura a intendente de Gustavo Mac Karthy, hoy de nuevo en la vereda de Buzzi.

Sería una especie de remake vernácula de aquella tercera posición del fundador del movimiento, solo que en vez de “ni yanquis ni marxistas”, en este caso sería “ni buzzistas y un poco dasnevistas”.

Seguramente la intendente de Rawson le hará fuerza a Buzzi y aunque no le gane, podría intercalar candidatos legislativos en la boleta de octubre, con lo cual Yauhar ya se daría por satisfecho porque mantendría algunos resortes de poder siempre necesarios para toda negociación, sea con los supuestos propios o con los disimulados rivales.

En tanto, Di Pierro mantendría el municipio de la ciudad más importante de la Provincia, en sus manos o en las de su vice, Carlos Linares. De este modo, Comodoro podría mantener el “juego propio” de los últimos años; ese que le permitió obtener recursos extra a costa de ciudades que habían sido ampliamente beneficiadas entre 2003 y 2011 (si hasta el actual intendente Pérez Catán acaba de admitir que Mac Karthy asfaltó cuadras en Trelew 10 veces más que él).

Claro que la independencia de Comodoro fue bastante peculiar. Primero porque se produjo bajo el gobierno de un intendente que recién en el último año estuvo en esta ciudad más tiempo que en Buenos Aires –y siendo que en su gabinete no estaba “lo mejor de cada cuadra”– y en segundo lugar porque el gobernador careció de tropa propia idónea que pudiera sentarle cabezas de playa que hoy le pudieran presentar un panorama electoral más diáfano, lo cual es importante a la hora de una reelección como pretende Buzzi.

Claro que también hay que destacar que así como la personalidad de Di Pierro dista mucho de la de sus inmediatos antecesores partidarios, el gobernador con el que aquellos lidiaron tenía estilo y métodos distintos al de su sucesor.

Fuente: Horacio Escobar

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