El Mini Cooper S llegará este año a la Argentina

Seguramente, como todo diseñador, Alec Issigonis soñaba con el éxito. Como jefe de ingenieros de British Motor Corporation (BMC) recibió, a mediados de los 50, un pedido muy especial. Debía proyectar un modelo pequeño y compacto, de bajísimo consumo para hacer frente a la crisis del petróleo de entonces, y con capacidad para cuatro pasajeros.
El 26 de agosto de 1959, BMC presentó dos modelos casi idénticos: el Morris Mini-Minor y el Austin Seven. Obviamente, nadie podía suponer que aquel auto de apenas 3 metros de largo con motor transversal y tracción delantera se convertiría en los sesenta en un éxito de ventas, un ícono de la modernidad y en un triunfador también en las pistas.
Para 1970 ya se habían construido tres millones de unidades, distintas carrocerías, motores y equipamientos.
Desde los años 70 y hasta fines de los 90, el MINI se fabricó en distintos países. Después su ciclo cerraría con la caída en las ventas frente a rivales más modernos y eficientes. En octubre de 2000, el MINI número 5.387.862 (un Cooper Sport rojo) sería el último de una dinastía gloriosa. Salió de la línea de montaje hacia el Heritage Motor Centre, en Gaydon (www.heritage-motor-centre.co.uk), donde se conserva junto al primer MINI que se construyó.
Pero los laureles renacerían de la mano del Grupo BMW, a cargo de la marca.
Los alemanes no dudaron con la fórmula; el auto tenía que seguir siendo inglés, mantener la esencia innovadora y el encanto, pero ahora como un modelo de alta gama.Así, en 2001, el mundo conoció el nuevo MINI.
Desde entonces, la marca lanzó cinco carrocerías: tres puertas (2001), convertible (2005), Clubman (2008), Countryman (2010) y Coupé (2011).

SEXTO
Ahora llegó el turno del sexto Mini, el Roadster, el primer descapotable de dos plazas en la historia de la marca.
Nos pusimos al volante de la versión Cooper S que es la que este año llegará a la Argentina.
Es claramente un modelo deportivo, con las características propias de la marca como los escasos voladizos, que ubican a las cuatro ruedas en los extremos de la carrocería. Tiene cintura alta y tres volúmenes. El Cooper S tiene motor naftero de cuatro cilindros turbo de 1.598 cc, con una potencia máxima de 184 CV a 5.500 rpm y un par de 24,4 kgm desde las 1.600 rpm, pero utilizando la función overboost, dicho par motor se eleva a 25,5 km, aunque sólo por unos segundos lo que muestra la gran elasticidad del motor. Con ese impulsor alcanza los 100 km/h con partida detenida en 7 segundos y tiene una velocidad máxima de 227 km/h.
El auto mide 3,734 metros de largo, 1,683 metros de ancho y 1,390 metros de alto, de 20 milímetros más bajo que el descapotable de cuatro plazas. La distancia entre ejes es de 2,467 metros.
El interior mantiene el diseño que es propio de la marca, con el cuentavueltas frente a los ojos del conductor (con indicador digital de la velocidad) y un gran cuentakilómetros circular central (de complicada lectura) en medio del cual está la pantalla multifunción que muestra los distintos sistemas del auto (audio, navegación, etcétera).
Como todo descapotable, al no tener techo rígido la carrocería tiene refuerzos específicos, con el marco del parabrisas extremadamente resistente junto y las barras antivuelco de acero pulido atrás de las butacas. Tiene de serie airbags frontales, airbags laterales para la cabeza y la zona torácica. Además, la estabilidad se refuerza con el alerón posterior que se extiende automáticamente a partir de los 80 km/h, que aumenta la carga en el tren posterior.
La capota del modelo que manejamos es de lona con accionamiento manual, aunque también estará disponible una automática.
Una vez en marcha, el auto brinda toda la sensación deportiva del kart. Suspensiones firmes y mucha potencia que se transmite firme al piso, bien relacionada con la caja manual de seis marchas (automática como opcional).
Es sin duda un auto que da gusto conducir y pudimos comprobarlo no sólo en la autopista, sino también en un zigzagueante camino de montaña, donde el chasis se mostró bien aplomado y la dirección bien asistida.
Sólo para dos pasajeros, con un baúl de 240 litros (como para un par de equipajes medianos) y mucha onda, el MINI Roadster se propone como un modelo claramente dirigido a un público exigente dispuesto a pagar por un auto exclusivo con estilo, calidad premium y gran performance. Y además es muy divertido de manejar..

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