El otro yo

Jorge Griffa lo descubrió cuando era entrenador de juveniles en Newell's y lo lleva a Boca cuanto la institución de la rivera lo contrata como Director General del Departamento de Fútbol Amateur. Nicolás debutó en Boca en el '99 y ganó 7 títulos. Después llegó Italia: Inter, Roma, Genoa, y ahora se oficializó su pase al Torino, en el epílogo de su carrera como futbolista profesional.

P.: ¿Cómo es vivir en Génova?
N.B.: La vida es muy tranquila, muy diferente de lo que es en la Argentina. La tranquilidad de la ciudad ayuda a que uno no viva acelerado. Trasladándolo a nuestra pasión con los vinos, estamos cerca de la Toscana que es uno de los lugares en el mundo que hacen vinos maravillosos.

P.: Hace poco surgió un interés de Boca. ¿Volverías a jugar a la Argentina?.
N.B.: Siempre está presente la posibilidad de volver, pero no depende de mí si no de muchos factores. Si se tiene que dar se dará. Más allá de eso tengo un recuerdo memorable de haber jugado en Boca

P.: ¿Qué tienen en común el fútbol y el vino?
N.B.: Por sobre todas las cosas la materia prima, su esencia, es lo primero que quisimos remarcar cuando elegimos el nombre "Potrero". La esencia del vino es la uva que obviamente pasa por muchísimos procesos antes de llegar a la botella y ser un gran vino y el jugador de futbol en esencia es potrero y la esencia de ese jugador es obviamente humildad, querer mejorar, divertirse, sacrificarse, demostrar todos esos atributos para poder sobresalir. Estos factores son la esencia que tienen en común y es lo que queremos transmitir.

Fuente:

Dejá tu comentario

Las Más Leídas del Patagónico