El presidente de la vecinal Rotary 23 prioriza la contención social

La recientemente electa comisión de la Unión Vecinal del Barrio Rotary 23 tendrá que afrontar muchos desafíos en sus dos años de mandato. Escuelas, centros de salud y de seguridad; contención social de niños y jóvenes y campaña de socios, son algunos de los primeros objetivos.

Caleta Olivia (agencia)
El presidente de este centro vecinal, Pablo Espinoza, es un psicólogo social que trabaja en el programa contra las adicciones Prevenir en esta ciudad.
El barrio Rotary 23, además de ser el más grande de esta ciudad, se ha convertido últimamente en una ostensible caja de resonancia de los problemas sociales y urbanísticos. Más de seis mil personas viven en el lugar, situado en el extremo noroeste, a cuatro kilómetros del microcentro.
“Creo que mi formación ayuda a ver y escuchar las necesidades, antes que imponer, por eso creo que un psicólogo social tiene la función de coordinar acciones”, dijo Espinoza.
Y también valoró el hecho de que otros miembros de la comisión ya tengan experiencia de trabajo social, como por ejemplo Delia Ferreira (primera vocal), Ariel Guerrero (tercer vocal) o Cristian Ulloa (revisor titular), que trabajan con escuelitas de fútbol infanto-juvenil. En efecto, una de las ideas es trabajar denodadamente con los más chicos del barrio, formando una subcomisión deportiva y otra de “acción social”.
Pero el titular de esta Unión Vecinal trazó ordenadamente las metas. Las prioritarias tienen relación con el edificio escolar donde funcionará la EGB N º 82, cuya terminación esperan todos (vecinos, docentes, alumnos, autoridades) que sea antes del inicio del ciclo lectivo.
“El tema de las escuelas es el más importante por ahora, por eso nos pondremos en contacto con el Gobierno provincial para saber cuánto falta”, dijo Espinoza y, a la vez, los integrantes de la Comisión consultarán sobre el proyecto del Ministerio de Asuntos Sociales de esta provincia para construir un Centro Integrador Comunitario en el barrio. De hecho, el mismo ministro Jorge Mascheroni lo anunció en un par de visitas que realizó a esta ciudad.
Confesó Espinoza que de los avances en este y otros temas, como el establecimiento de un Cuartel de Bomberos o la de la puesta en marcha de al menos una sala de Primeros Auxilios (en la vivienda donde funcionaba un programa denominado AMUCACITO), recién se interiorizarán cuando tengan contactos con el Gobierno.

CARPETAS Y LIBROS
Según dijo el vecinalista, en los próximos días recibirán las carpetas técnicas sobre el edificio de la Unión Vecinal, al que le falta sólo la última etapa de colocación de artefactos de cocina, baños, la instalación de gas y la limpieza del perímetro del inmueble que posee montículos enormes de arena. “La sede vecinal ya está en un 80 por ciento completada”, afirmó sobre esta obra que, a pesar de las demoras por parte de la empresa constructora, está casi lista, a través de un plan con financiamiento estatal nacional y la administración municipal.
“Libros adentro”, esta Unión Vecinal aún debe registrar los dos últimos balances en la Dirección provincial de Personerías Jurídicas, aunque Espinoza aseveró que no será problemático ya que “no ha habido movimiento de dinero en estos años, debido a que no se abonaba la cuota societaria”.
De todos modos, esta asociación tiene la personería desde 2006 y uno de los requisitos para que siga “en regla” era la elección de autoridades, la cual se hizo el mes pasado, a puertas abiertas con la participación de 221 vecinos.  En esos comicios no se exigió que los votantes tengan la cuota societaria al día porque si no nadie podría haber sufragado. “Pero ahora la idea es respetar el estatuto y hacer una campaña de asociación en todo el barrio; que los vecinos participen con una cuota mensual de tres pesos”, anunció.
Agregó que abonando esa mínima cifra los socios podrán acceder a varios beneficios, como importantes descuentos para la utilización del nuevo salón de fiestas, entre otros.

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