"El se resistía, no quería morir, pero yo lo maté con el cuchillo"

Isaías Hermosilla, de 18 años, fue golpeado con un martillo, apuñalado y ejecutado de tres disparos durante la noche del lunes. Una de las cuatro imputadas del crimen, Beatriz Navarro, se adjudicó el asesinato y contó que cuando lo mató exclamó: “Señor Jesús, se lo entrego así porque violó a mi hijo”.
A partir del asesinato que conmueve a Puerto Madryn, ayer se conoció el relato que efectuó al entregarse una de las cuatro mujeres sospechadas de haber cometido el homicidio. Se trata de Beatriz “Cunina” Navarro, quien de acuerdo a ese testimonio afirma ser la autora del homicidio.

Las declaraciones fueron realizadas por la acusada en una dependencia policial durante la madrugada del martes. Hay que recordar que el miércoles se desarrolló la audiencia de control de detención y formalización de la investigación, donde  las detenidas recibieron un mes de prisión preventiva.

En el audio que difundió en su sitio web Prensa Net Noticias, “Cunina” Navarro afirmó que previamente al asesinato había radicado una denuncia por abuso sexual contra su hijo de 6 años ante autoridades de la Comisaría de la Mujer, y que no obtuvo las respuestas esperadas.

Sin tapujos había anticipado a la policía que la atendió: “yo voy a ir sola pero con el cadáver a cuestas. Se lo voy a tirar en la comisaría porque me siento suficientemente madre como para que un puto de esos me viole el nene”.
Además, Navarro recordó: “yo le dije a la mañana (en la Comisaría de la Mujer), yo salgo esta noche y lo mato a ese puto”.

VENGANZA

La quebrada mujer describió cada momento de la muerte de Hermosilla sin importarle demasiado, por el contrario parecería que de alguna manera encontró desahogo en su venganza.

“Yo lo maté con el cuchillo y encima el puto se resistía y no quería morir. Era duro el cuero del negro de mierda. Lo traspasaba, lo daba vueltas y vueltas y no moría”. Frente a esa resistencia, el pavoroso relato continúa: “me le tuve que sentar arriba y pataleaba. Lo agarré del cogote y en la médula le ensarté el cuchillo y me le senté arriba”.

“Cunina” Navarro irrumpió en la casa de Hermosilla, acompañada por otras tres amigas –Brenda García, Silvia Ardetti y Paola Suazo–, quienes habrían participado del crimen con otras armas.

Según los testimonios recabados por los investigadores, García y Suazo habrían utilizado un martillo para arremeter contra la víctima. Mientras Ardetti habría efectuado tres disparos en el torso del joven para concluir con el homicidio.

En el tramo final de la declaración a la policía, Navarro admitió: “Señor Jesús se lo entrego así porque violó a mi hijo, hasta que no muera no me paro”.

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