El partido que disputado en el estadio de Belgrano de Córdoba en el marco de un torneo amistoso estuvo plagado de hechos llamativos pero lo que terminó de generar la mayor cantidad de dudas fue el escandaloso final. El árbitro húngaro, Lengyel Kolos, adicionó 12 minutos y sobre el final sanciono un penal increíble para que el equipo argentino se lleve el triunfo por 1-0.
"Consideré que hubo jugadas que me obligaron a hacerlo", comentó el juez días después del partido y ante las acusaciones de un probable arreglo. Según explicaron los expertos en el tema, hubo un exagerado incremento en determinadas casas de apuestas deportivas lo que despertó la sospecha sobre el árbitro.
Ahora la investigación y el desbaratamiento de la red de arreglos reflotó el escandaloso partido en el que se ve salpicado el fútbol argentino y pone un manto de sospecha sobre otros partidos en los que participaron seleccionados juveniles durante ese período de tiempo.