“El tango es inclusivo porque es el abrazo”

La segunda edición del festival Tango en Punta reunirá al arte ciudadano con la inclusión en el balneario uruguayo de Punta del Este.

“El tango funciona con todo el mundo porque el tango es el abrazo. Es gente que se abraza y además baila, pero primero se abraza, y ese contacto dispara un montón de mecanismos terapéuticos”, subraya el uruguayo Haber.
Nacido en Montevideo pero criado en Punta del Este, el artista se sumó a su novia, la bailarina austríaca de danza contemporánea Andrea Seewald, para impulsar un encuentro capaz de combinar conciertos y milongas con espíritu inclusivo que suma a chicos con capacidades especiales.
“Ninguno de los dos tenemos una formación pedagógica o terapéutica, pero nuestra experiencia en Europa y en Uruguay -puntualiza- demuestra que el tango funciona con los chicos con discapacidades”.
A partir de esa experiencia vital que los comprometió y los tiene como impulsores de un plan artístico-inclusivo en el Uruguay, Haber insiste que “en el tango hay una música maravillosa sonando, pero cuando viene el abrazo, es eso lo que importa”.
Convencido del poder de la danza tanguera, el intérprete de ópera no lo limita únicamente a personas con determinadas problemáticas y, en cambio, afirma que “el auge del tango en el mundo es porque la gente se junta a conectarse corporalmente con otra gente”.
La oferta del segundo Tango en Punta incluirá desde el jueves dos atractivos conciertos a cargo del cantante argentino Ariel Ardit al frente de su orquesta y del ascendente intérprete uruguayo Tabaré Leyton acompañado por un conjunto de guitarras.
Además participarán ocho renombradas parejas de tango y varios dj`s animarán las milongas que tendrán la tradicional versión nocturna y, también, las llamativas reuniones sobre la arena, al atardecer, en la Parada 1 de La Mansa.
Pero la característica central y distintiva del encuentro lo constituyen las clases de inclusión que Seewald y Haber brindarán a chicos y chicas con capacidades diferentes.
“El festival es como una excusa para enmarcar las actividades de inclusión porque nosotros estamos enfocados en las clases de tango para chicos con discapacidades y en qué hacer para que la inclusión no sea solamente una actividad para chicos con síndrome de down sino que el tango sirva no solamente como terapia sino como verdadero vínculo con la sociedad”, reflexiona el milonguero.
En el mismo sentido, agrega que “estamos proponiendo un festival internacional de tango con todas las letras que, además, añade la inclusión”.
Haber se toma con humor la sorpresa que puede generar el carácter popular del tango con el ambiente exclusivo de Punta del Este e ironiza entre risas que “cuando yo digo que organizo un festival allí, por ahí me preguntan si soy el nieto de Mirtha Legrand”.
“Tengo en claro que la palabra Punta del Este es carmática en todo el Río de la Plata, pero considero que de la mano de este festival se caen un montón de prejuicios y preconceptos”, abunda.
Para el vocalista que se pidió un año sabático en la Opera de Viena, “hacer una segunda edición de Tango en Punta -destaca- es corroborar que la primera anduvo, que nuestras ideas artísticas se plasmaron y que el formato de un festival de tango con inclusión funciona”.
Como detalle adicional a esa certeza, Matías anuncia que el festival tendrá entre el 6 y el 8 de setiembre su primera experiencia europea a realizarse en la sede de la Opera de Bregenz, ciudad austríaca de la que es originaria su compañera Andrea.
De cara a ese desembarco en el Viejo Mundo, confirma la presencia musical de Ariel Ardit “porque además de que lo considero uno de los valores del tango del momento, lo conozco mucho desde que estudiábamos con el mismo maestro cuando él aprendía ópera”.
Entre ambos festivales y la tarea asumida, concluye que “no sé si voy a volver a cantar en la Opera de Viena porque estoy muy comprometido con este proyecto que me cambió la vida radicalmente”.

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