Con una reducción de costos de hasta el 50% en relación al transporte terrestre, la empresa Maruba procurará tentar al comercio, la industria y el empresariado local. Tendría repercusiones en los precios locales y en la reactivación portuaria.
El 10 de enero pasado se desarrolló el acto de puesta en funciones de Oscar Ruiz al frente del puerto local. Allí, el gobernador Martín Buzzi había anticipado la intención de fomentar el desarrollo de una línea de cabotaje para el transporte de mercadería de consumo en la ciudad. La actividad no sólo reactivaría el sector y su mano de obra, sino que repercutiría indefectiblemente en la canasta básica, en función de que los costos de transporte equivalen a la mitad del terrestre, según lo consignó el mandatario en esa oportunidad.
En tal contexto, entre el 24 y el 26 de enero pasado, Buzzi encabezó junto a Ruiz y el administrador del puerto de Madryn una ronda de reuniones con una empresa de buques de cabotaje en Buenos Aires, de las que oportunamente dio cuenta Diario Patagónico en forma exclusiva. El objetivo era iniciar el trabajo que confluya en el amarre, cada 40 o 45 días, de buques cargueros que transporten alimentos no perecederos, caños para la industria petrolera y materiales para la construcción, es decir mercancías de alto consumo en la ciudad cuyos precios son sensiblemente superiores a los de otras ciudades.
LA OFERTA
Tras avanzar en las primeras negociaciones, la terminal marítima local debió formular una serie de datos vinculados con la capacidad del puerto y en ese contexto Maruba desembarca hoy en Comodoro para presentar su propuesta de servicios.
Por la mañana lo hará ante la cementera Petroquímica, una firma cuyos embarques representan hoy el mayor tonelaje que se moviliza en la dársena comodorense. Luego, a partir de las 15, proyectará su presentación en la Cámara de Comercio, en una reunión a la que tanto la entidad como la administración portuaria invitaron a empresarios, comerciantes e industriales locales.
Maruba es una empresa naviera de bandera argentina con presencia también en tráficos marítimos internacionales, integrada desde 2010 por los principales gremios del sector. De hecho, Mercantes SA, formada por el Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU, que agrupa al personal embarcado no jerarquizado); el Centro de Capitanes de Ultramar; el Centro de Patrones Fluviales y la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra, integrada por 16 gremios), adquirió el 30% del paquete accionario.
Según anticipó Ruiz, la propuesta que la firma presentará hoy en Comodoro se basa en la disponibilidad de tres barcos, con capacidad de carga de 200, 400 y 600 containers y una posibilidad de amarre de frecuencia quincenal.
Como la capacidad de cada container equivale a la carga de un camión, la idea es tentar al empresariado y comercio local a que utilicen esta vía de transporte, cuyo costo puede representar un 50% menos que la terrestre. Los únicos escollos a sortear para la introducción de esta vía tienen que ver con la adaptación de la logística comercial local, habituada a los camiones, y con la contratación del buque para el transporte de vuelta hacia los puertos de Buenos Aires.
Es que el rédito económico se sustenta en el hecho de que los containers lleven también carga hacia el norte, de modo que el retorno del buque no resulte ocioso porque de todos modos devengaría un costo que “alguien deberá cubrir” según el propio Ruiz, en alusión a un incremento en el precio del servicio, o la intervención de Provincia para abaratarlos.
Mientras la oferta será presentada hoy a nivel local, Ruiz indicó además que Maruba también realiza reuniones simultáneas con las principales firmas proveedoras a la Patagonia que tienen su central en Buenos Aires. Lo ideal en términos de rentabilidad apunta a que el servicio haga puerto en Comodoro, Madryn y Deseado.
Ruiz subrayó las repercusiones que tal incorporación tendría para la mano de obra local, al señalar que durante febrero ingresaron al puerto solo 30 barcos pesqueros, y se registran 47 en lo que transcurrió de marzo, por lo que el amarre frecuente de un buque de dimensiones, abriría amplias posibilidades para la estiba, que se organiza hoy en cooperativa.
La administración portuaria, a su vez, ya mantuvo el diálogo con los transportistas nucleados en Cepatacal, quienes tendrían a cargo el traslado desde el puerto hacia las bases comerciales. Con ambos sectores se apuntó a bajar los costos de servicios del puerto, en función de que además del gran movimiento de carga implícito, la operatoria representa al menos dos días de amarre por viaje.
- 22 marzo 2012