En busca del verdadero sentido de la Navidad

Las calles céntricas se convulsionan y todos corren para conseguir un regalo. Si hasta pareciera que no queda más tiempo para nada. Lo real es que la que Navidad tiene un sentido profundo para muchas personas. Para los cristianos, la celebración del nacimiento de Jesús constituye el concepto central de la Navidad, y el inicio de la obra redentora de Dios para la humanidad. Católicos, evangélicos y mormones coinciden en reivindicar el sentido profundo de la Navidad, en la que auguran esperanza a la sociedad y proponen la unidad familiar.

Lejos del convulsionado movimiento comercial de estos días de Navidad, quienes practican la fe cristiana buscan celebrar esta fecha poniendo el énfasis en la importancia del acontecimiento: recordar el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios.

En la Iglesia Católica la Navidad comienza a vivirse días antes del 25, es un “tiempo de preparación para hacer espacio a Dios”. Así lo comenta Joaquín Gimeno Lahoz, obispo de la Diócesis de Comodoro Rivadavia, quien describe: “en la Navidad Dios viene a salvarnos, Jesús viene a ofrecer la oportunidad de cambiar para que podamos vivir en su alegría, en su paz, para sembrar esperanza”.

Para los católicos, la Navidad tiene un sentido importante. “Lo que celebramos es que hay un Dios que se ha confiado al hombre, y ojalá el hombre se confíe alguna vez totalmente a Dios; porque si algo necesita nuestra sociedad hoy es crecer en confianza, en solidaridad. Y Dios es tan solidario que se hace uno de nosotros, se nos confía totalmente a nosotros, viene en un recién nacido acostado en un pesebre para decirnos ´no tengan miedo, aquí estoy, y estoy para quedarme con ustedes´”.

Para la Iglesia Cristiana Evangélica, la Navidad tiene un profundo significado. Benjamín Alvarado es el presidente del Consejo de Pastores de Comodoro Rivadavia, y comenta: “nosotros vivimos la Navidad con el verdadero sentido que tiene; la importancia del nacimiento del mesías, del Señor Jesús. El acontecimiento mismo del nacimiento de Cristo es lo más sublime que hay y es parte de la manifestación de Dios a la humanidad”. El pastor asegura que “es tan importante para nosotros, que no le ponemos muchos aditamentos al hecho mismo”.

Fernando Krebs pertenece a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días y cumple el rol de consejero del obispado en la congregación de Kilómetro 3. Estos creyentes –conocidos como mormones- también valoran el sentido espiritual de la Navidad. “Para nuestra iglesia, esta época de Navidad es muy especial, en ella nos unimos al sentimiento del resto de los cristianos para recordar el nacimiento de Jesucristo, a quien reconocemos como nuestro Salvador y Redentor”.

Para esta congregación, la Navidad “es la época del año para recordar a aquellos que amamos, para centrarnos en nuestra familia y amigos; y para reflexionar sobre lo que más importa”. Krebs asegura que “el espíritu de la Navidad es recordar a Jesucristo, centrarnos en su vida, y reflexionar sobre su misión y enseñanzas”.

EUFORIA COMERCIAL NAVIDEÑA

Los comercios se llenan de gente y todos quieren comprar su regalo. Es el clásico movimiento excesivo en las horas previas a la Navidad. La euforia comercial pareciera nublar el real significado de la navidad, y esto cabe en las reflexiones de los líderes religiosos católicos, evangélicos y mormones.

“Me entristece un poco que la sociedad ocupe este día del nacimiento del hijo de Dios para comerciar y extralimitarse en algunos sentidos con la alimentación y las compras. Hoy hay un comercio tan terrible que viene a dejar de lado el verdadero sentido de la Navidad”.

El pastor Benjamín Alvarado agrega: “hay muchas cosas que ensombrecen el verdadero sentido del nacimiento del hijo de Dios. La gente se excede a veces en comer y beber, y hay que andar con mucho cuidado en las calles”.

Con relación a esta fiebre comercial, el obispo Gimeno Lahoz agrega que “a la Navidad hay que llenarla de contenido. Está bien que nos hagamos algún regalo, pero lo que está mucho mejor es que al dueño de la fiesta no le falte el regalo; y ese no se compra, hay que pensarlo dentro del corazón”.

Al respecto, el sacerdote habla de la prioridad en los valores. “Vivimos en una sociedad de consumo, donde lo importante es saber quién tiene más en lugar de ver quién es mejor persona. Es lo que nos tendría que preocupar, y que los regalos respondieran a esto”, indica el obispo católico.

En el mismo sentido reflexiona el líder mormón Fernando Krebs: “nos preguntamos de qué sirve el apresuramiento sin sentido, en esta época en que lo material no debería ser lo primero, sino preocuparnos por el prójimo, dejando de lado los rencores y las diferencias”.

El perder de vista el mensaje central de la Navidad puede traer consecuencias, advierte Krebs. “Con ese trajín y la pérdida de sentido en lo que realmente se recuerda en esta época, se generan a veces muchos males para la sociedad y las familias mismas. Lamentablemente -y ojalá no ocurriera- se llenan páginas policiales, quizás más que en el resto del año”.

COMPARTIR EN FAMILIA

Los tres líderes religiosos coinciden en el valor profundo que se le debe dar a la Navidad, y resaltan valores como la sencillez y el compartir.

“Que nos sepamos perdonar, que podamos ser más serviciales, que nos brindemos tiempo; esas son las maneras de vivir la Navidad”, afirma el obispo Gimeno Lahoz.

Desde la Iglesia de Jesucristo, Krebs afirma que la sencillez debe primar para conmemorar Navidad. “La misma sencillez con la que José y María afrontaron el nacimiento de su hijo; y a nuestro parecer, es la que debería primar en cada persona y familia”.

“Nosotros los cristianos evangélicos nos abocamos a exaltar a Jesús y aprovechamos para estar en familia”, menciona el pastor Benjamín Alvarado. “El mensaje que Cristo trajo es de paz a la tierra. Por eso la Navidad es maravillosa”, sentencia.

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