En plena tarde roban en una tienda céntrica y encierran a la empleada

Unos minutos después de abrir ayer en horario vespertino las puertas del local Street Surf Shop, en la calle 25 de Mayo 940, una joven empleada de la tienda fue asaltada por dos individuos que ingresaron al comercio fingiendo ser clientes. Los malvivientes se llevaron alrededor de 3.000 pesos en efectivo, un teléfono celular y también ropa, la cual arrojaron al ser perseguidos por personal policial.

El reloj recién había marcado las 16 cuando reabría sus puertas para la atención vespertina la tienda  “Street Surf Shop”, ubicada en 25 de Mayo 944 del centro de Comodoro Rivadavia.
La joven empleada que atiende el comercio barría el local esperando a los primeros clientes de la tarde. El ingreso de dos jóvenes no interrumpió su actividad, luego de que los mismos comenzaran a probarse ropa como sucede a diario.
Sin embargo, en escasos minutos los dos individuos de alrededor de 20 años mostraron sus verdaderas intenciones, y simulando tener un arma de fuego, obligaron a la joven a ingresar al baño del local, para luego comenzar a sustraer diferentes productos de valor.
Primero fueron a la caja donde se alzaron con alrededor de 2.000 pesos de la recaudación. Luego tomaron el dinero que tenía la empleada entre sus pertenencias –unos 900 pesos–, además de su teléfono celular.
Según informaron fuentes oficiales a Diario Patagónico, antes de escapar del lugar los malvivientes le advirtieron a la víctima que no diera aviso al personal policial que custodia una propiedad en diagonal a ese local, ya que en caso contrario volverían para golpearla.
Una vez que los malvivientes huyeron del lugar, la trabajadora pudo dar aviso al personal policial, que logró visualizar a los delincuentes, quienes primero escaparon por calle Sarmiento y luego ingresaron a un pasaje, logrando huir, pero tirando una bolsa con ropa que se habían robado de la tienda.
Hasta el local comercial se acercó personal policial de la Seccional Primera, y también un equipo de Criminalística que tomó las huellas dactilares. Testigos ocasionales aportaron datos sobre los presuntos autores. Sin embargo, al cierre de esta edición no había sido atrapado ningún sospechoso.

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