Evo Morales se asilará en México

El canciller de México, Marcelo Ebrard, anunció que el ex presidente de Bolivia Evo Morales solicitó asilo político en ese país y le fue concedido.

“Les informo que hace unos momentos recibí una llamada del presidente Evo Morales mediante la cual ha respondido a nuestra invitación y solicitó verbalmente y formalmente el asilo en nuestro país por razones humanitarias y ante el peligro que corre su vida”, informó el canciller.

Consumado el golpe de estado en Bolivia, tras la sublevación de las fuerzas de seguridad boliviana que obligaron al Presidente a presentar su renuncia, opositores bolivianos saquearon la casa del mandatario y subieron imágenes a las redes. Antes, los violentos ya habían agredido a otros intendentes, gobernadores y ministros del Movimiento Al Socialismo (MAS).

La casa de Evo Morales en Cochabamba quedó completamente destruida. Vidrios rotos, muebles y objetos desparramados por el piso, pintadas en las paredes. “El excelentísimo tenía un gimnasio, que asco realmente”, se escucha decir a uno de los jóvenes que recorre la casa saqueada del presidente.

En las paredes se podían leer pintadas de “hijo de puta” y “asesino”. El ataque ocurrió minutos después de que Evo Morales comunicara su decisión de renunciar para garantizar la paz en su país.

“Los golpistas que asaltaron mi casa y la de mi hermana, incendiaron domicilios, amenazaron de muerte a ministros y sus hijos y vejaron a una alcaldesa, ahora mienten y tratan de culparnos del caos y la violencia que ellos han provocado. Bolivia y el mundo son testigos del golpe”, escribió ayer a la mañana el presidente depuesto en su cuenta de Twitter.

La primera en denunciar el ataque fue la ministra de Salud, Gabriela Montaño. “Denuncio a Bolivia y el mundo que la oposición hizo saquear la casa de Evo Morales. ¿Qué quieren? Basta de violencia”, escribió.

Montaño también fue víctima de los ataques de los opositores violentos. En esa oportunidad, fue la propia Montaño la compartió en las redes cómo había quedado su casa después de ser saqueada.

“Esa es la ‘no violencia’ del señor Carlos Mesa, del señor Camacho, del señor Albarracín. Eso es acoso, violencia política”, acusó.

El saqueo a la casa del presidente depuesto incluyó una hoguera donde se quemó un cuadro con la imagen de Evo Morales.

Además de la casa de Morales, medios locales reportaron destrozos en la casa del ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana. El domingo varios ministros del MAS presentaron su renuncia tras ser atacados por los violentos. Este fue el caso del titular de Minería, César Navarro, quien dejó el cargo de manera “irrevocable” después de que incendiaran su casa en la ciudad de Potosí.

El sábado, Morales había denunciado que la casa de su hermana, en la ciudad de Oruro, también había sido incendiada junto con las viviendas de los gobernadores de esa región y de Chuquisaca.

“Denunciamos y condenamos ante la comunidad internacional y pueblo boliviano que el plan de golpe fascista ejecuta actos violentos con grupos irregulares que incendiaron la casa de gobernadores de Chuquisaca y Oruro y de mi hermana en esa ciudad”, denunció Morales.

El propio gobernador de Chuquisaca, Esteban Urquizu, confirmó que su domicilio había sido violado por los opositores. “Quiero denunciar a la comunidad internacional que mi inmueble sufrió un atentado”, señaló y pidió: “¡Queremos paz!”.

Chuquisaca es una región ubicada en el centro sur del país, donde se encuentra Sucre, la capital constitucional de Bolivia.

La semana pasada, los violentos habían incendiado la Alcaldía de la ciudad de Vinto. La alcaldesa Patricia Arce fue arrastrada por la calle, donde la rociaron con pintura y le cortaron el pelo, hasta que fue rescatada por la Policía.

Estos hechos se registraron en medio de una de las jornadas más violentas en el país, con amotinamientos de policías desde la noche del viernes en varias ciudades y la radicalización de las protestas que ya dejan al menos tres muertos y 384 heridos.

CAMBIEMOS DIVIDIDO

En Argentina, la destitución de Evo Morales abrió una brecha entre la UCR y el PRO. Es que los dirigentes del radicalismo, a diferencia de los macristas, rechazaron la interrupción del orden constitucional boliviano.

Tras el golpe de estado en Bolivia, la UCR salió a despegarse de la decisión del presidente Mauricio Macri y su canciller Jorge Faurie de describir lo ocurrido en el país vecino como un “periodo de transición que se ha abierto por las vías institucionales”.

A diferencia de sus aliados del PRO, la UCR buscó condenar, aunque con distinto tono, la renuncia de Evo Morales a partir del amotinamiento policial y la complicidad del Ejército.

El Comité Nacional de la UCR, cuyo presidente es el gobernador Alfredo Cornejo, emitió un comunicado en el que describe “una sucesión de hechos preocupantes” y un “clima de agitación” para luego rechazar, en orden, las irregularidades electorales y el golpe posterior: “¡No a las trampas! ¡No a las injerencias externas! ¡No al Golpe de Estado!”, sostiene el comunicado, que convoca a resolver el conflicto en las urnas.

El vicepresidente segundo del Comité Nacional, Federico Storani, fue un poco más allá de lo expresado en el comunicado y consideró que “la postura del PRO ante el golpe en Bolivia nos tiene que llevar a replantearnos la alianza con la UCR”.

“El comunicado del Gobierno sobre Bolivia fue excesivamente lavado y sin compromiso ante lo que es un golpe de Estado”, manifestó Storani, en diálogo con Futurock, y apuntó nuevamente por las diferencias en la alianza: “El gobierno otra vez no nos consultó antes de emitir el comunicado”.

NUEVAS ELECCIONES

Por su parte, los radicales y presidentes de los interbloques de Cambiemos en Diputados y el Senado, Mario Negri y Luis Naidenoff, respectivamente, salieron a condenar la “intervención militar” y pidieron nuevas elecciones, apoyándose en el comunicado del domingo por la mañana de la OEA, en el que no se deconocía la victoria de Morales, pero señalaba algunas irregularidades y solicitaba repetir las elecciones.

La postura de Negri y Naidenoff fue replicada por el senador electo y ex embajador en los Estados Unidos, Martín Losteau: “Solo más democracia —en todos sus dimensiones— soluciona los problemas de la democracia. No los golpes de Estado”, resaltó el senador electo.

Por otro lado, la UCR Capital emitió un mensaje más directo de “repudio al golpe de estado en Bolivia” y destacó que el presidente constitucional había reconocido la auditoría de la OEA y convocado a nuevas elecciones.

También en ese tono se había pronunciado el referente radical Ricardo Alfonsín: “Repudio absoluto al golpe de Estado y preocupación por la situación que vive Bolivia. La salida siempre es dentro de las instituciones de la democracia”.depo

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