Francisco Novo tenía 87 años y desde hace más de seis décadas vivía en Comodoro Rivadavia, donde decidió forjar su futuro y conoció a la mujer que lo acompañaría durante su vida. Su nombre permanecerá indisolublemente ligado con el de uno de los sanatorios más importantes que tuvo Comodoro Rivadavia, el Cruz Azul, el cual estaba asentado en la esquina de Rivadavia y España, donde actualmente se encuentra el Anexo 1 de la Asociación Española. Esa fue su gran obra.
Novo dedicó su vida a la salud, pensando en el bienestar de la gente. Tanto fue así que el día que decidió vender el edificio, desechó tentadoras ofertas para que el lugar continúe siendo un centro de atención.
El 5 de marzo de 2011 se habilitó el nuevo anexo. Antes de ello, cuando se presentaron las obras de remodelación en noviembre de 2010, Novo recibió un diploma de la mutual donde se destacó su trayectoria que también recibió homenaje a través de una placa que se exhibe en la pared del sanatorio fundado el 18 de febrero de 1957, el cual se inicio con 12 camas, pero llegó a tener 95 en 1999.
UNA VIDA AL SERVICIO DE LA MEDICINA
Francisco Novo nació en 1924 en General Lamadrid, Buenos Aires. Creció en el campo y luego emigró para estudiar su pasión. Luego de recibirse de médico, por un amigo llegó al hospital Alvear de Comodoro Rivadavia, donde necesitaban un especialista.
Él fue uno de los primeros profesionales que salió de los hospitales públicos para atender en forma particular. Junto al padre Juan Corti recorrió las calles que en ese entonces eran de ripio. En el nosocomio de kilometro 3 fue donde conoció a su compañera de viaje, Yoraslava Orychyn (79), quien fue su principal impulso en la vida.
Novo también atendió en la Casa del Niño en forma gratuita, realizó investigaciones y las promovió entre otros profesionales. Además, organizó jornadas médicas, invitando a destacados especialistas, entre ellos René Favaloro.
Sus méritos profesionales lo llevaron a ser vicepresidente de la Confederación Argentina de Clínicas y Sanatorios. También fue militante político a través del Partido Demócrata de Chubut, con el cual fue candidato a gobernador, a diputado y a intendente.
Novo se dedicó a la salud bajo las premisas en las que él creía: entregando una flor a las pacientes, o charlando con los internados como si fuese uno más.
"El médico no puede dejar de pensar que está frente a un ser humano; tiene que haber interacción entre el paciente y el médico. Si uno charla con el paciente y entra en contacto con él, tenemos el 50 por ciento de curación. Después el médico tiene que disponer del tiempo necesario", decía Novo en una entrevista publicada por este medio hace casi siete años.
- 17 febrero 2012