A consecuencia de una cruenta enfermedad, esta tarde de produjo en Buenos Aires el deceso de monseñor Miguel Ángel D´Annibale, personalidad religiosa que dejó una destacada impronta pastoral en el sur de país cuando por seis años fue obispo de Santa Cruz y Tierra del Fuego.
En octubre de 2018 el Papa Francisco le encomendó hacerse cargo de la diócesis del partido bonaerense de San Martín y en el curso de las últimas semanas se había agravado su estado de salud por padecer leucemia linfocítica crónica, enfermedad que se le había detectado en 2009 pero inicialmente los médicos que lo asistieron determinaron que no debía someterse a tratamientos, pero sí efectuar controles periódicos.
Su cuadro clínico comenzó a agravarse en marzo de este año y el sábado 4 de abril tuvo que ser internado en el Hospital del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC) ubicado en la localidad de Saavedra.
La propia diócesis de San Martín había comunicado que se hallaba en Terapia Intensiva y que las defensas de su organismo estaban muy bajas, por lo cual pedía a los fieles rezar por su salud.
D´Annibale, se caracterizó por su afable carácter, tenía 62 años y se involucró en numerosos conflictos laborales y sociales que se registraron en Santa Cruz y Tierra del Fuego, en defensa de trabajadores,
Además recorría de manera constante pueblos y ciudades para compartir grandes y pequeños eventos de fieles católicos, despojándose de la investidura formal que suele caracterizar a quienes alcanzan un alto ministerio pastoral.
En noviembre de 2017, junto a otros obispos argentinos viajó a El Vaticano donde fue recibido por el Sumo Pontífice, quien le concedió el honor de concelebrar una misa y luego, al compartir un almuerzom le pidió que “rece por nosotros” en clara alusión a los padecimientos que sufría el pueblo argentino por las política recesivas del gobierno macrista.