“Sábado gris hoy en Rada Tilly; paseo con mi hijo Noah y una amiga; vimos básquet callejero y luego quisimos ir a almorzar algo. Pensamos en conocer el parador nuevo, muy pintoresco por cierto. Llegamos a la punta norte de la playa, bajé con Noah en su silla de ruedas y una vez más me encuentro con esa estupidez humana que defiende los derechos de todos cuando los miran o los escuchan grupos y jamás los defienden en las acciones”, sostiene Gabriela.
En el mismo texto, la denunciante exige: “señores del Parador Patagonia, deben poner un acceso para gente con discapacidades reducidas. Hay una ley que así lo dispone”.
También dice que “volveré en una semana y serán ustedes quienes le expliquen a mi hijo que no les interesa que él pueda acceder con su silla de ruedas. Por Dios, ¿cuándo dejaremos de mirarnos el ombligo y veremos al resto? Me siento triste, pero eso no hará que no les exija que hagan las cosas como la ley manda. Noah debe acceder a cada comercio de mi amada Rada Tilly con su silla de ruedas sin impedimento”.