Muy cerca de las 9 de la mañana de ayer un camión Scania (dominio RPN 264) con su chasis y acoplado cargado de fardos de lana se fue cuesta abajo por Namuncurá. El pesado rodado estaba estacionado al 262 de esa calle que es la continuación de Alem, lugar donde residiría su propietario de apellido Mano.
Al parecer el hombre había descendido del camión, o bien este estaba allí desde mucho tiempo antes. La cuestión es que el inmenso camión tomó envión y se fue hacia el mar; no se sabe si ocurrió por un desperfecto en el sistema de frenos o por impericia del conductor.
El camión estaba parado en la mano derecha y más adelante habían otros autos estacionados, varios de los cuales recibieron importantes daños. Fueron tres los vehículos chocados por el camión; todos pertenecen a la misma persona, un hombre que dijo llamarse Oscar y que se dedica a la venta de autos.
Un Ford Ka (dominio DWT 406) terminó arriba de la vereda y a unos cinco centímetros del ventanal de una casa, con la luneta rota, al igual que toda su parte trasera y el tren delantero totalmente destruido.
Más adelante quedó un Peugeot 405 (dominio WWH 823) que fue arrastrado por el camión y recibió daños similares y en tercer lugar se ubicó un Volkswagen Gol (dominio EIX 994) que no quedó mejor que los dos anteriores.
El camión, en tanto, siguió su carrera alocada rumbo a la avenida Yrigoyen que por esas horas es muy transitada; derribó el semáforo que está en la vereda de Servicio Integral Alem, cruzó la calle, derribó el poste de alumbrado y el semáforo que está en el bulevar.
La trompa del Scania quedó en la mitad de la calzada de la mano que va hacia el centro, mientras que el chasis y el acoplado impedía por completo la circulación por el carril norte-sur. Fue un verdadero milagro que no saliera ninguna persona herida.
«Pudo haber matado a mucha gente; por acá pasan varias líneas de colectivo, los micros de larga distancia y mucha gente más que utiliza esta ruta. Fue un milagro», le dijo a este medio un trabajador de la zona.
Por otro lado, el personal de tránsito comentó que ese vehículo tenía varias multas por estacionar en aquel lugar prohibido, ya que los camiones no pueden permanecer detenidos en calles con pendientes como Namuncurá.
La cuestión es que el tránsito en el lugar no se normalizó hasta cerca del mediodía y para ello se tuvo que pedir colaboración a empresas para que con camiones especiales pudieran remolcar y sacar el acoplado, primero, y después el tractor y el chasis del Scania. Mientras ello ocurría, el personal de la SCPL hacía su trabajo para reparar las señales luminosas.
En el lugar prestó colaboración el personal de Tránsito, Bomberos Voluntarios y Defensa Civil.
- 24 mayo 2007